NO SE PUEDE HACER MUCHO CON “EL CASO DEL LOCO SUELTO”

Un caso que preocupó a gran parte de la comunidad, al saberse del hombre que ingresa a casas de muj...

Actualidad 16 de mayo de 2017 Nicolás Maciel
Un caso que preocupó a gran parte de la comunidad, al saberse del hombre que ingresa a casas de mujeres mientras duermen. Los grises judiciales y la falta de acción de instituciones hacen de este, un aparente problema sin solución.

Tras las repercusiones de la publicación que se pregunta si es que hay “un loco peligroso suelto”, buscamos ahondar un poco más en la historia de F.T. (no publicamos su nombre por recomendación judicial). Pudimos dialogar con la Jueza  Patricia Reyes y la Defensora General Gladys del Balzo. No así con el Ministerio Público Fiscal. Pero, a pesar de comprender los alcances de cada una de ellas, el resultado final “no nos deja tranquilos”. Vamos aclarar que hay muchos aspectos de las diversas causas que trasuntan el secreto por tratarse de cuestiones personalísimas, y aspectos de la salud de F.T.

Aclaramos que el término “loco” y “peligroso” empleado en la nota, no hace connotación a una patología específica, ya que no se puede brindar datos de la que pudiere estar padeciendo el sujeto; ni aún menos calificarlo de peligroso al sujeto, más bien a las circunstancias que pudieren aparecer. Hablamos de un sujeto que ingresa a los domicilios para observar a las mujeres.

Habitué

No es la primera vez que el sujeto es detenido por hechos de esta naturaleza. De hecho, ya estado detenido, una vez en Puerto Pirámides, por esta circunstancia. El problema que tiene es de carácter médico, y en muchos aspectos “la justicia tiene las manos atadas” para aislarlo de la sociedad. Sí se nos ha reconocido que necesita de algún tratamiento médico, pero “la Ley de Salud Mental no permite compeler a las personas a someterse a un tratamiento médico; y éste debe ser voluntario”.

Ya ha sido tratado de manera ambulatoria, pero abandona los tratamientos. Se le ha buscado un trabajo, pero incumple. Se le está buscando restituir una vivienda que le fue usurpada. Pero esto no alcanzaría para darle una solución de fondo.

¿Por qué “peligroso”?

Los médicos forenses no habrían emitido un informe que permita declararlo inimputable, pero el presunto estado de salud del sujeto no le permitiría comprender cabalmente el alcance de sus acciones. Tal vez, no sea un sujeto peligroso como parecieren ver todas las autoridades; hablamos de las judiciales, las instituciones que atienden estas circunstancias. Claramente el sujeto sigue en la calle generando una potencial situación que sí podría terminar en algo grave.

El hecho de ingresar a los hogares para observar a mujeres mientras duermen, podría desatar una reacción indeseada en las personas que allí viven, siendo incluso un peligro para el sujeto en cuestión. Pero también para estas mujeres que, quizá, al encontrarse con un desconocido en su habitación pudieren tener una reacción inesperada, como arrojarse por una ventana. Cosa que podría lesionarla, e incluso terminar con su vida.

¿Qué hacemos?

La respuesta pareciere ser que no llegó a tiempo. El sujeto tiene 29 años y vendría teniendo estas actitudes desde que es menor de edad, cuando se quedó sin familia cercana y sin hogar. ¿Qué pasó durante esta década en la que no se trató al sujeto? No lo sabemos. Pero más nos preocupa que, a esta altura, no se pretenda hacer nada para evitar que esto vuelva a suceder.

   

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