SAN LORENZO, SU CIERRE Y LOS COSTOS DE PRODUCIR EN EL SUR

La decisión de Lamosa de cerrar permanentemente las puertas de Cerámica San Lorenzo, sería definitiva. Entre los argumentos estaría el costo de producir al sur del paralelo 42 por lo cual concentraría su producción en Azul y San Juan.

Si bien las reuniones se desarrollan, tanto en el ámbito nacional como local, para buscar la continuidad de la firma en Puerto Madryn, pareciera que la decisión sería irrevocable. Y sin lugar a dudas, el impacto económico y social es alto.  No solo se trata de 140 puestos de trabajo, los directos; sino también los tercerizados de impacto directo, que elevan el número a casi dos centenas; y los indirectos, que ya se hace muy difícil establecer.

Desde el Sindicato sobre este punto en particular, su titular a nivel regional Armando Moyano, reveló que la intención de la empresa “en definitiva es el cierre de la planta en Madryn, considerando que para ellos no es rentable”. Es por ello que “van a centralizar toda la inversión tecnológica en la plantas de Azul y San Juan”, aclaró.

Este punto revela un entramado complejo de desgranar. Contiene por un lado “las distancias” y, además, “nos consideraban salarialmente caros”, aseveró Moyano. Este punto es el que debiera analizarse, particularmente sobre las cargas tributarias que supone cualquier emprendimiento que requiera de personal para producir.

Tras la compra de la firma San Lorenzo por parte del grupo empresario mexicano Lamosa, “hizo evaluaciones y luego decidió el cierre de la planta”. No es menor mencionar que la firma, incluso antes de la venta, no estaba produciendo y se encontraba con sobre stock.