¿UNA RANA CHUBUTENSE CON PROPIEDADES MEDICINALES?

La piel de la “rana de cuatro ojos” tendría la capacidad de inhibir bacterias que provocan seria...

Actualidad 16 de marzo de 2017 Actualidad

La piel de la “rana de cuatro ojos” tendría la capacidad de inhibir bacterias que provocan serias infecciones. Es una investigación encabezada desde el CENPAT por la bioquímica Mariela Marani.




La Pleurodema thaul es un anfibio de tamaño mediano y dorso marrón o verdoso que, en Argentina, habita bosques húmedos de la cordillera y otras regiones desde el centro del Neuquén hasta Chubut.

[caption id="attachment_72416" align="alignright" width="300"] La directora del estudio, la bioquímica Mariela Marani, y los doctores Orlando Pérez (izq.) y Néstor Basso, también investigadores del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET-CENPAT, en Puerto Madryn.[/caption]

Buscan alternativas a los antibióticos convencionales ya que debido a la mutación de las bacterias, algunos perdieron su efectividad.

La líder del estudio, la bioquímica Mariela Marani, del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET) del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), en Puerto Madryn, Chubut señaló que se trata de un problema grave.

"Muchas infecciones que antes eran fáciles de tratar, ahora ya no se pueden curar fácilmente”, destacó Marani quien junto a sus colegas identificaron de la piel de la rana cuatro péptidos y los probaron en ensayos de laboratorio in vitro sobre tres bacterias patógenas que provocan infecciones pulmonares, cutáneas y urinarias: Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus y Escherichia coli.

Los investigadores comprobaron que las moléculas logran desestabilizar las membranas de las bacterias y tienen efectos mínimos sobre células humanas o de animales. En particular, una de ellas, a la que denominaron Thaulin-1, mostró una “significativa actividad inhibitoria” sobre Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae.

“Los resultados son alentadores. De todos modos es preciso realizar más estudios si queremos pensar en un uso terapéutico eficaz y seguro en pacientes”, subrayó Marani quien es investigadora del CONICET.

En el trabajo también participaron otros científicos del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET-CENPAT, de la UBA, de la Universidad do Porto, en Portugal, y el grupo de investigación en Biodiversidad y Biotecnología (BIOTEC) de la Universidad Federal de Piauí, en Brasil, que lidera el doctor José Roberto de Souza de Almeida Leite.

Fuente: CENPAT; Agencia CyTA.

   

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