SON DELINCUENTES CONDENADOS, SE FUGARON Y NO LOS ENCUENTRAN

A UNA SEMANA DE COMENZAR LA BÚSQUEDA NADA SE SABE DE LOS DOS HOMBRES QUE SE ESCAPARON DE LA ALCAIDÍA...

Policiales 02 de mayo de 2015 Valeria Belardo
A UNA SEMANA DE COMENZAR LA BÚSQUEDA NADA SE SABE DE LOS DOS HOMBRES QUE SE ESCAPARON DE LA ALCAIDÍA DE COMODORO RIVADAVIA.

Darío Oscar Terk (30) y Jorge Andrés Civitareale (35) utilizaron una hoja de sierra para cortar la reja metálica de una celda y huyeron tras trepar un muro de siete metros. Desde ese 25 de abril,  no se sabe nada de ellos.

A pesar que el personal de la Brigada de Investigaciones se encuentra abocado a la búsqueda de los reos, no ha surgido información concreta del lugar donde pueden estar escondidos, según publicó el matutino comodorense El Patagónico.

No obstante, las autoridades policiales insisten en que los sujetos estarían todavía en la ciudad, teniendo en cuenta que se reforzaron los controles camineros apenas se conoció la fuga.

Terk es oriundo de la ciudad rionegrina de General Roca. Fue identificado en Comodoro Rivadavia luego de participar en un violento robo por el cual estuvo prófugo dos años. Desde entonces se encontraba detenido en la alcaidía policial.

En cambio, Civitareale fue trasladado hace pocos meses desde la alcaidía de Trelew, su ciudad natal,  a Comodoro Rivadavia por problemas de convivencia con otros presos. Cumple una condena de 20 años y 6 meses por su participación en el asesinato en ocasión de robo del médico y referente político Jorge Morado, ocurrido en diciembre de 2001 en la ciudad valletana.

Los investigadores están convencidos de que permanecen ocultos en la vivienda de algún conocido local.

Terk, quien el lunes cumplirá 31 años, posee 27 tatuajes en su cuerpo; mide 1,78 metros, es delgado y se rapa el cabello. Entre sus tatuajes tiene figuras de la parca en el antebrazo izquierdo. En otra parte lleva una sirena y una calavera en la espalda, además de telarañas en sus dos rodillas. En sus brazos luce insignias tribales; en su mano izquierda tiene dibujada una flor y una pistola en su cintura.

Civitareale, en tanto, mide 1,73 metros, es delgado y usa el pelo corto. Lleva tatuado en su pecho un dragón, y una virgen en el brazo derecho. Ambos se caracterizan por ser extremadamente violentos y porque en la mayoría de los actos delictivos cometidos utilizaron armas de fuego o cuchillos, señalaron las fuentes oficiales.

 

   

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