LAS RAÍCES CROATAS RENACEN EN LA PATAGONIA

Adriana Curin, impulsora del proyecto, narra la historia de su abuelo en diálogo con #La17. Llegó a Argentina en 1928, huyendo de un contexto de opresión. Su lucha y nostalgia marcaron a su familia.

La historia croata está llena de sacrificios y resiliencia. Los inmigrantes llegaron sin idioma ni certezas, pero construyeron un futuro. Conservaron sus tradiciones como un acto de resistencia.

Croacia logró su independencia en 1991 tras años de lucha. Este proceso fortaleció la identidad transmitida a las nuevas generaciones. La lengua, la música y la gastronomía son pilares culturales.

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Adriana recuerda a su abuelo hablando en croata. "Era mágico escucharlos", afirma. También destaca su complejidad y su sonido único.

Además de preservar el idioma, Adriana impulsa la gastronomía croata. Como chef pastelera, comparte recetas familiares en eventos locales. La comida conecta a los descendientes con sus raíces.

En 2022, fundó una agrupación para unir a los croatas en la Patagonia. "Todos compartimos el mismo origen, pero estábamos desconectados", explica. Hoy, más familias participan activamente.

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La comunidad croata crece en ciudades como Gaiman, Trelew y Rawson. Apellidos típicos como los terminados en "ić" son fáciles de reconocer. Incluso hay representantes en el ámbito político.

La agrupación busca formalizarse como organización. "Es un sueño en proceso", dice Adriana. Mientras tanto, participan en eventos como la Fiesta Nacional de Colectividades.

Los descendientes croatas pueden acceder a beneficios educativos. El gobierno de Croacia otorga becas para estudiar el idioma y vivir en el país. Esto incentiva a los jóvenes a reconectarse con su herencia.

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El hijo de Adriana aprovechó una de estas becas. "Ahora está en Croacia aprendiendo y trabajando", cuenta con orgullo. Estas oportunidades refuerzan los lazos con la tierra ancestral.

Adriana viajó a Croacia varias veces y visitó la isla de su abuelo. "Pisar esa tierra fue mágico", relata emocionada. Es un vínculo profundo con sus raíces.

Los libros también mantienen viva la conexión cultural. Destaca textos sobre la inmigración croata en Argentina y Latinoamérica. Son testimonios de valor y resiliencia.

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La música es otro eje de identidad. Canciones como "Molitva" representan la resistencia croata. "Hablan del espíritu de no rendirse", explica Adriana.

La agrupación busca transmitir estas raíces a las nuevas generaciones. "Queremos que los jóvenes no olviden de dónde vienen", enfatiza. Es un mensaje de unidad y pertenencia.

Adriana cierra con un mensaje inspirador. "Hoy podemos volver a nuestras raíces gracias al sacrificio de nuestros ancestros", reflexiona. La comunidad croata sigue viva en la Patagonia.