"ME DESPERTÉ CON EL RUIDO DEL FUEGO Y GRITÉ 'LA CASA SE ESTÁ QUEMANDO'"

Maia Esparza, integrante de la familia que perdió su hogar en un trágico incendio en Trelew, compartió su desgarrador testimonio. La joven despertó al escuchar el fuego y actuó rápidamente.

“Me desperté con ruido de fuego, y cuando salí de mi pieza vi que el living se estaba incendiando y grité 'la casa se está quemando'”, contó Maia.

Relató que intentó abrir la puerta del patio, pero no encontraba las llaves. “No podía abrir la puerta y ya me ahogaba con el humo”, recordó con angustia.

Intentó salvar algunos objetos y a su perra Molly. Sin embargo, al no poder abrir la ventana de su habitación, escuchó a su hermano que gritaba desde otra habitación.

“Mi hermano logró abrir su persiana, sacó a mi mamá y a mi otro perro, y ahí me agarró y me sacó a mí”, señaló sobre esos momentos desesperantes.

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Su padre, afectado por la inhalación de humo, tuvo que ser rescatado por su hermano. “Mi papá se chocó contra una pared y cayó; mi hermano lo sacó de la casa”, agregó.

La familia perdió todo en el incendio, incluida a Molly, su perra de 12 años. Maia lamentó profundamente su pérdida.

Recordó cómo trató de evitar que su hermano fuera hacia la cocina, un lugar imposible para salir. “Lo empujé, diciéndole que no se podía salir por ahí”, afirmó.

“Agradezco haberme despertado. Fue un momento desesperante. Logramos salir todos, pero no puedo creer lo que pasó”, expresó conmovida.

Desde afuera, Maia trataba de pedir ayuda. “Llamaba al 911, pero de la desesperación no me salía ningún otro número”, relató.

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Lidia Acevedo, madre de Maia, también habló sobre el impacto del incendio. “No sabemos cómo se inició, perdimos todo. Mi marido está hospitalizado y aún no reacciona”, comentó.

Lidia recordó que los perros de la familia fueron quienes alertaron a Maia. “Los perros comenzaron a molestar, y eso la despertó”, explicó.

La familia ahora enfrenta la difícil tarea de reconstruir su hogar. Organizaron una colecta solidaria para reunir fondos y poder vivir momentáneamente en otro lugar.

El alias creado para recibir donaciones colapsó debido a la gran cantidad de transferencias. Habilitaron uno nuevo y agradecieron la solidaridad de la comunidad.

“Es muy complicado. La casa en la que siempre vivimos está destruida”, expresó Maia. Los restos de la vivienda apenas permiten recuperar algunas pertenencias.

Mientras tanto, la familia busca mantenerse unida. “Anoche nos quedamos separados, pero queremos conseguir algo para estar juntos”, señaló Lidia.