“La esperanza no defrauda”: el padre Alanís y el valor espiritual del Vía Crucis submarino
El párroco Edgardo Alanís reflexionó en #MODO17 por #LA17 sobre el sentido de la Semana Santa, la vivencia del Vía Crucis en comunidad y la profunda carga emocional de su versión submarina en Puerto Madryn.
La ciudad ya palpita los días más significativos del calendario litúrgico cristiano. El padre Edgardo Alanís, de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, brindó su mirada sobre lo que significa transitar la Semana Santa desde la fe, el encuentro y la esperanza. En diálogo con #LA17, explicó el valor espiritual del Domingo de Ramos, el inicio del Triduo Pascual y la singularidad del Vía Crucis submarino, una ceremonia que mezcla tradición, emoción y paisaje.
OTRAS NOTICIAS:
“Todos estamos invitados a vivir esta Semana Santa de una manera muy especial, en comunidad y en familia”, dijo el sacerdote al comienzo de la charla. El domingo de Ramos recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, “no como un guerrero montado en un caballo, sino en un burrito, recibido por gente humilde”. Con esa imagen, la comunidad se prepara para rememorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La Semana Santa se inicia con el domingo de Ramos y está precedida por la Cuaresma, un tiempo de preparación que comienza con el miércoles de ceniza, justo después del carnaval. “No es casual el calendario”, aclaró Alanís. “El carnaval se ubica según la fecha móvil de la Semana Santa, que depende de la luna llena posterior al equinoccio”.
Este año, en Puerto Madryn, el Vía Crucis submarino será una vez más un evento destacado, tanto por su impacto visual como por su potencia simbólica. La comunidad católica se prepara con ensayos, catequesis y encuentros donde se involucran chicos y grandes. “Para muchos chicos es una experiencia fuerte. Ver representada la pasión de Jesús genera emociones que ayudan a comprender el dolor y el amor que hay detrás de su entrega”, explicó el padre.
OTRAS NOTICIAS:
En cada estación del recorrido, los sentimientos brotan. No se trata solo de una representación teatral. “Uno puede comprender ahí que si Jesús sufrió tanto, no fue porque le gustó, sino porque fue necesario para salvarnos”, afirmó. El gesto más grande del amor de Dios Padre cobra forma en esas escenas vivientes, que muchas veces dejan una huella profunda en quienes las presencian por primera vez.
La cruz que emerge del mar al final del recorrido, iluminada, es una postal poderosa. Para Alanís, ese instante “renueva la esperanza en que la muerte ha sido vencida, y con ella el mal”. Esa esperanza, dijo, “es lo que nos sostiene ante las dificultades”.
OTRAS NOTICIAS:
En este contexto, también se recordó la situación de salud del Papa Francisco, quien transita momentos de fragilidad. “Él mismo nos enseña que en la enfermedad uno puede encontrarse con el Jesús que sufrió, que padeció”, expresó. Por eso, esta Semana Santa también se vive con un espíritu de oración por el Santo Padre y por todas las personas que cargan con penas o limitaciones.
“La esperanza no defrauda. En Cristo, la esperanza no defrauda”, insistió Alanís hacia el final de la conversación. Esa convicción guía el lema del jubileo de la encarnación que se celebrará en 2025: “peregrinos de esperanza”. En cada gesto litúrgico de esta semana, en cada silencio, en cada oración, la fe invita a renovar el corazón.
OTRAS NOTICIAS:
Para quienes no puedan asistir al Vía Crucis, ya sea por distancia, salud o motivos personales, la transmisión radial será una forma de acompañar. “Pedimos a Dios que bendiga, consuele y renueve la esperanza en los corazones de quienes sufren”, dijo Alanís al compartir su bendición con la audiencia.