

Tras once años de indefiniciones, la expropiación inconclusa de Alpesca entra en su etapa final con el desembarco del Grupo Profand en Chubut. La confirmación del Gobierno provincial abre un nuevo capítulo en la historia pesquera local.


El Ejecutivo que conduce Ignacio Torres eligió al conglomerado español como el operador de los bienes declarados de utilidad pública en 2014. La cesión no será automática: la Legislatura deberá aprobar el jueves un nuevo marco normativo para habilitar el contrato de arrendamiento.
El gobernador considera que la sanción legislativa es la pieza central del proceso. “No se puede avanzar sin un aval institucional que dé certidumbre jurídica”, remarcan en Casa de Gobierno. El lunes se firmará el contrato que luego será girado a los diputados provinciales.
La expropiación, impulsada en su momento por el entonces gobernador Martín Buzzi, nunca se resolvió del todo. Durante más de una década, los bienes de Alpesca permanecieron bajo control estatal sin destino claro ni inversiones sostenidas.
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Ahora la provincia apuesta fuerte por Profand, una de las empresas con mayor facturación en España y que ya figura entre las de mayor peso en la pesca global. De prosperar la votación, la compañía pasará a detentar cerca de 17.000 toneladas anuales de merluza común, convirtiéndose en un actor de peso nacional.
El impacto no se limita a la merluza. Profand anunció que orientará gran parte del langostino al mercado europeo, lo que marca un cambio respecto al esquema anterior, que privilegiaba envíos a Estados Unidos a través de Red Chamber Argentina.
Los analistas del sector coinciden en que la llegada del grupo generará un reacomodamiento inmediato en el polo pesquero de Puerto Madryn. Se espera mayor competencia por los mercados externos y un incremento en la capacidad exportadora.
El Gobierno también busca enviar un mensaje político. Torres apuesta a mostrar que la Legislatura puede dar respuestas rápidas y consensuadas a problemas que llevan años sin resolución. Por eso, el jueves será una prueba de fuego para la nueva gestión.
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En paralelo, Profand prometió sostener los puestos laborales vigentes y ampliar la plantilla. La compañía asegura que sumará al menos 100 empleos en el corto plazo y más trabajadores cuando modernice la planta.
El plan de inversión supera los 70 millones de euros, con la compra de barcos y maquinaria de última generación. La idea es transformar las instalaciones de la ex Alpesca en una planta competitiva a nivel internacional.
En el sector sindical, el anuncio fue recibido con cautela. El Sindicato de la Alimentación celebró la incorporación de nuevos trabajadores, pero pidió garantías de continuidad para todos los actuales empleados.
El hermetismo de Profand contrastó con la apertura del Gobierno. Hasta ahora, la firma evitó declaraciones públicas y dejó que sean los funcionarios provinciales quienes expliquen los alcances del contrato.
El jueves, todas las miradas estarán puestas en la Legislatura. Si los diputados acompañan el proyecto, Profand tomará posesión inmediata de los bienes. Si hay trabas, el proceso volverá a quedar en suspenso, como ya ocurrió en varias oportunidades.
La apuesta es alta. Para el Ejecutivo, la aprobación legislativa no solo resolvería un expediente trabado hace más de una década, sino que abriría la puerta a inversiones privadas con impacto directo en el empleo y en la economía pesquera de Chubut.
En Madryn, el desembarco genera expectativas y también interrogantes. Los empresarios locales observan con atención cómo se moverá el nuevo jugador en un mercado ya marcado por la competencia feroz.
El resultado del jueves será determinante. De la votación dependerá si la expropiación inconclusa de Alpesca encuentra finalmente un desenlace o si continúa como un capítulo abierto en la historia productiva de la provincia.

















