Conductor alcoholizado quedó detenido y fue imputado por homicidio culposo doblemente agravado

La madrugada del domingo se vio marcada por un hecho trágico en Puerto Madryn, cuando un vuelco en la rotonda de Juan XXIII y Avenida del Trabajo provocó la muerte de un niño de apenas un año. El pequeño viajaba junto a su padre, quien conducía bajo los efectos del alcohol.

El vehículo involucrado fue un utilitario Renault Kangoo conducido por Leandro Damián Ríos, de 23 años. Según la investigación inicial, perdió el control al ingresar a la rotonda y el rodado terminó volcado. El niño salió despedido del habitáculo y sufrió heridas graves que le provocaron la muerte poco después de llegar al hospital.

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Vecinos y automovilistas que presenciaron el accidente colaboraron en el rescate y trasladaron al menor de urgencia al centro de salud. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, nada pudo hacerse para revertir el cuadro. El resultado de la alcoholemia practicada al conductor fue de 1,98 g/l, muy por encima de lo permitido.

El fiscal de turno, Mauricio Baigorria, dispuso la inmediata detención del joven y ordenó pericias viales para determinar las circunstancias del hecho. La Fiscalía lo imputó por homicidio culposo doblemente agravado: por la conducción imprudente de un vehículo automotor y por haberlo hecho bajo los efectos del alcohol.

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Durante la madrugada, la madre del niño se presentó en el hospital y confirmó que el menor estaba al cuidado del padre en el marco de un régimen de visitas. El relato aportado por la mujer quedó incorporado al expediente judicial como parte de las pruebas reunidas.

La audiencia de control de detención y apertura de investigación se llevó a cabo este lunes al mediodía en Tribunales. Allí se formalizó la acusación contra Ríos por el delito de “homicidio culposo agravado”, previsto en los artículos 84 y 84 bis del Código Penal, que contemplan penas de prisión de tres a seis años y la inhabilitación para conducir de seis a diez años.