

Una violenta agresión en un partido amateur de básquet terminó en escándalo este fin de semana en Villa Devoto. Durante un encuentro del torneo recreativo “Básquet Entre Amigos” (BEA), un jugador del Colegio de Abogados de San Isidro atacó brutalmente a un rival de Tercer Tiempo con un codazo a la nuca y un pisotón en la cabeza. El hecho fue registrado por las cámaras del equipo agredido y se viralizó en redes sociales.


El incidente ocurrió el domingo 28 de septiembre en el gimnasio del Colegio Cardenal Copello, mientras el CASI ganaba por 38-37. Las imágenes muestran cómo el número 4 del CASI, Santiago Corbalán Olivera, lanza un golpe a traición y remata con un pisotón mientras el árbitro sanciona una falta antideportiva. La violencia de la acción desató una pelea generalizada entre los equipos y forzó la suspensión inmediata del encuentro.
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Horas más tarde, la organización del torneo emitió un comunicado y anunció sanciones ejemplares. Corbalán Olivera fue expulsado de por vida de todas las competencias organizadas por la BEA por “agresión reiterada” y “conducta violenta grave”. Además, al CASI se le dio por perdido el partido, que se registró oficialmente con un resultado de 20-0 en favor de Tercer Tiempo.
La dureza de la sanción respondió a la gravedad de la agresión y al repudio generalizado que generó el episodio. Sin embargo, el castigo no se limitó al jugador que inició el conflicto. Otros tres jugadores del equipo contrario también fueron sancionados por su participación en la gresca posterior.
Gonzalo Zugri, Federico Romero y Sat Kalil, todos de Tercer Tiempo, recibieron una suspensión de cuatro fechas por agredir físicamente a rivales. Además, ambos equipos fueron amonestados por “participación masiva” en el altercado, lo que pone en duda su continuidad si vuelven a protagonizar situaciones similares. La BEA dejó en claro que este tipo de conductas no serán toleradas.
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La organización del torneo también hizo público su apoyo al jugador agredido. “Acompañamos al jugador y a su familia, poniéndonos a disposición para lo que sea necesario”, expresó el comunicado oficial. Varios clubes e instituciones deportivas enviaron mensajes de apoyo y reafirmaron su compromiso con los valores del certamen.
Desde la BEA ratificaron su voluntad de mantener el espíritu del torneo. “La violencia no tiene lugar en nuestra comunidad deportiva”, aseguraron. También anunciaron que tomarán nuevas medidas para reforzar el respeto y la seguridad en los partidos.
Lo ocurrido dejó una herida profunda en un torneo que nació con otro propósito: compartir, competir y construir lazos entre aficionados. El episodio marca un antes y un después para el básquet amateur en la ciudad. La pregunta que queda es cómo evitar que estas situaciones se repitan.

















