Fracasó el blanqueo del Gobierno: sólo el 1% de los contribuyentes se sumó al nuevo régimen

El régimen simplificado de ganancias, anunciado por el Gobierno nacional como parte del “Plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos”, cerró su primera etapa con una adhesión mínima. Según datos oficiales de ARCA, solo 12.702 personas humanas se inscribieron hasta septiembre, de un universo de 1.277.000 contribuyentes del impuesto a las Ganancias. En porcentaje, representa apenas el 1% del total, lo que confirma el fracaso del programa destinado a captar dólares no declarados.

El plan, lanzado en junio de 2025, ofrecía a los contribuyentes una opción voluntaria de simplificación fiscal con la promesa de eximirlos de informar su patrimonio en los períodos fiscales iniciados a partir del 1° de enero de 2025. El objetivo era atraer divisas ocultas y dar previsibilidad a los ahorristas que operan fuera del sistema formal. Sin embargo, la respuesta fue muy inferior a las expectativas del Ejecutivo.

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La presentación del programa se había realizado en Casa Rosada, encabezada por el entonces candidato a diputado José Luis Espert, el titular de ARCA, Juan Pazo, y el ministro de Economía, Luis Caputo. En aquel momento, los funcionarios defendieron la iniciativa como una forma de “reconstruir la confianza” entre el Estado y los contribuyentes, en un contexto de fuerte presión impositiva y desconfianza hacia las instituciones fiscales.

De acuerdo con el análisis de los organismos técnicos, la falta de incentivos claros, la inestabilidad económica y la ausencia de un marco legal de protección fueron los principales factores que limitaron la adhesión. Muchos potenciales beneficiarios temieron futuros cambios políticos o fiscales que pudieran anular las ventajas del régimen y reabrir causas por evasión.

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Paralelamente, el Gobierno había enviado al Congreso el Proyecto de Ley del Principio de Inocencia Fiscal, destinado a garantizar un “blindaje legal” para los ahorristas argentinos. La norma buscaba proteger a quienes ingresaran al régimen, evitando que futuras administraciones cuestionaran la procedencia de sus fondos. Sin embargo, el proyecto no avanzó en el debate parlamentario y quedó sin tratamiento, lo que profundizó las dudas de los contribuyentes.

El fracaso del blanqueo se suma a una serie de medidas económicas del oficialismo que no lograron el impacto esperado sobre la recaudación ni la confianza del sector privado. Desde el ámbito financiero señalaron que la ausencia de estabilidad jurídica y monetaria sigue siendo el principal obstáculo para cualquier plan de regularización o repatriación de capitales.

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Con apenas una adhesión simbólica, el régimen simplificado no cumplió su meta de atraer dólares ni de ampliar la base tributaria, mientras que el “blindaje fiscal” prometido quedó en suspenso. En el Gobierno admiten que revisarán la estrategia y podrían presentar una nueva versión del programa en los próximos meses, aunque sin confirmar plazos ni condiciones.

Fuente: N A