
Punta Colorada se transforma: la obra del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur ya mueve 8.000 toneladas y promete 1.500 empleos
Actualidad09/10/2025
Sergio Bustos
La costa atlántica rionegrina vive días intensos. En Punta Colorada, cerca de Sierra Grande, la construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur avanza con ritmo sostenido y ya descargó 8.000 toneladas de acero destinadas a la futura terminal marítima. El movimiento en el puerto no pasa desapercibido: camiones, grúas y cuadrillas marcan el pulso de una obra que promete transformar la región.


El proyecto conectará la cuenca neuquina con el Atlántico y convertirá a Río Negro en un punto estratégico de la matriz energética nacional. Se trata de una iniciativa que no solo permitirá aumentar la capacidad de transporte de petróleo, sino también abrirá la puerta a nuevas exportaciones desde la Patagonia hacia mercados internacionales.
El gerente general de VMOS, Gustavo Chaab, explicó que “los seis tanques que tendrá la terminal almacenarán en total 720 millones de litros de petróleo”, una capacidad inédita en la zona. Cada estructura se construirá con acero de alta resistencia y tecnología adaptada a las condiciones marítimas de la costa rionegrina.
Actualmente, trabajan alrededor de 400 personas en la obra, pero la cifra crecerá de forma sostenida en los próximos meses. Chaab anticipó que “cuando estemos en el pico de la construcción, que va a ser marzo-abril de 2026, vamos a llegar a 1.500 trabajadores en la obra”, lo que implicará un movimiento económico inédito para Sierra Grande y localidades vecinas.
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La magnitud de la logística es evidente. La reciente descarga de 8.000 toneladas de acero implicó semanas de planificación y coordinación entre equipos técnicos, empresas de transporte y autoridades portuarias. Cada pieza tiene un destino preciso en la estructura que permitirá almacenar y despachar el crudo de Vaca Muerta al mundo.
El gobernador de Río Negro recorrió el lugar y destacó la importancia del proyecto. “Es una enorme satisfacción ver cómo esta obra avanza con el compromiso de todos. Durante años Río Negro dependió de la construcción de hospitales o escuelas y muchas familias debían irse a otras provincias para encontrar trabajo”, señaló ante los obreros y técnicos que trabajan en la terminal.
El mandatario provincial remarcó la fuerte participación local en la construcción. “Logramos que el 80% de quienes están construyendo el oleoducto sean rionegrinos. Este proyecto no sólo transforma nuestra economía, sino también la vida de miles de familias que pueden progresar en su propia tierra”, afirmó.
La presencia de mano de obra local es uno de los puntos que más orgullo genera en la región. Desde UOCRA Sierra Grande, el delegado Jorge Pazos destacó la decisión política de priorizar a los trabajadores rionegrinos. “Tenemos la posibilidad de que las familias de Sierra Grande hoy puedan contar con un trabajo digno y, a dos meses de las fiestas, que puedan pensar en una Navidad diferente a la de años anteriores”, sostuvo.
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Para muchos habitantes, la obra significa algo más que empleo: representa la oportunidad de volver a proyectar un futuro en su lugar de origen, sin tener que emigrar en busca de trabajo. Comercios, alquileres y servicios ya muestran señales de dinamismo gracias a la llegada de nuevos operarios y al aumento de la actividad económica.
El impacto se extiende a toda la zona. Empresas locales participan en tareas logísticas, servicios y provisión de materiales, lo que multiplica el efecto económico de la obra más allá del predio principal. A medida que avance la construcción, se prevé un incremento sostenido en la demanda de transporte, alojamiento y suministros.
El oleoducto Vaca Muerta Oil Sur no solo amplía la capacidad exportadora de la Argentina. También reconfigura la estructura productiva de Río Negro, que suma protagonismo en la estrategia energética nacional. Punta Colorada, históricamente una localidad tranquila, se posiciona como un nodo neurálgico para la salida del crudo al Atlántico.
La combinación de inversión privada, logística a gran escala y participación local genera un escenario inédito en la provincia, con empleo directo e indirecto y una proyección a largo plazo que ya comienza a sentirse. Lo que hoy es acero descargado y obradores en marcha, pronto será una terminal clave para la energía argentina.
















