María Corina Machado gana el Nobel de la Paz 2025 por su lucha democrática en Venezuela

La política venezolana María Corina Machado fue galardonada este viernes con el Premio Nobel de la Paz 2025, en reconocimiento a “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela” y por su lucha para impulsar “una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, según comunicó el Comité Noruego.

Machado, de 57 años, se transformó en la principal voz de resistencia frente al régimen de Nicolás Maduro, que gobierna Venezuela desde hace más de dos décadas. Su figura se consolidó durante las elecciones presidenciales de julio de 2024, cuando la oposición denunció haber ganado los comicios y acusó al oficialismo de desconocer los resultados, sin poder demostrar su propia victoria.

El Comité Noruego subrayó la relevancia de su trabajo en un contexto internacional donde la democracia retrocede y los regímenes autoritarios avanzan. “La democracia es un prerrequisito para una paz duradera. Sin embargo, vivimos en un mundo donde la democracia está en retroceso”, señaló el comunicado. En ese escenario, la trayectoria de Machado se destaca como símbolo de resistencia cívica.

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A lo largo de su carrera, Machado enfrentó persecución política, censura mediática e intentos de inhabilitación electoral, pero mantuvo una postura firme en defensa de los derechos civiles. Su discurso giró en torno a la libertad, la justicia y el restablecimiento del Estado de derecho, valores que el Comité consideró centrales para otorgarle el premio.

El texto difundido en Oslo remarcó que el caso venezolano no es una excepción, sino parte de una tendencia global. “Observamos las mismas tendencias a nivel mundial: el Estado de derecho abusado por quienes ostentan el poder, la libertad de prensa silenciada, los críticos encarcelados y las sociedades empujadas hacia regímenes autoritarios y la militarización”, advirtió.

Este reconocimiento marca el segundo Premio Nobel que recibe Venezuela, luego del Nobel de Medicina otorgado en 1980 a Baruj Benacerraf, inmunólogo nacido en Caracas. En esta ocasión, el galardón no celebra un avance científico, sino una trayectoria política que colocó a Machado en el centro de la escena internacional.

La líder opositora fue una de las impulsoras de la unidad electoral en 2024, un proceso que logró aglutinar a diferentes sectores opositores frente al chavismo, aunque el resultado fue desconocido por el régimen. Su papel fue clave para sostener la movilización ciudadana en medio de un clima de represión, crisis económica y exilio masivo.

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La entrega del Nobel se realizará a fines de 2025 en Oslo, Noruega, en una ceremonia que reunirá a líderes internacionales. Se espera que Machado pronuncie un discurso centrado en la resistencia pacífica, la institucionalidad democrática y la presión internacional sobre regímenes autoritarios, ejes que definieron su recorrido político.

El premio llega en un momento sensible para Venezuela. Mientras el régimen busca legitimidad internacional tras las elecciones controvertidas, la oposición intenta mantener la presión interna y externa para forzar una negociación política que permita una transición ordenada. El Nobel otorga a Machado una plataforma global de enorme peso para instalar su mensaje en foros internacionales.

En América Latina, el reconocimiento genera repercusiones inmediatas. Gobiernos y partidos opositores de distintos países destacaron el simbolismo del premio en un contexto regional donde varios sistemas democráticos atraviesan tensiones internas y desafíos autoritarios. Analistas señalan que el galardón refuerza la narrativa democrática en la región y podría aumentar la presión diplomática sobre Caracas.

Para el Comité Noruego, premiar a Machado envía un mensaje claro a nivel global: la defensa de la democracia y los derechos humanos continúa siendo un factor central para la paz. En sus palabras, “no hay paz duradera sin instituciones libres, prensa independiente y ciudadanos que puedan expresarse sin miedo”.