Trump sugirió la expulsión de España de la OTAN por su bajo gasto militar

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a generar polémica con declaraciones que sacudieron la diplomacia internacional. Durante una reunión con el mandatario de Finlandia, Alexander Stubb, en la Casa Blanca, el republicano sugirió expulsar a España de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por no incrementar su gasto en defensa, como acordaron los demás miembros de la alianza.

“No tienen excusa para no hacerlo”, afirmó Trump ante los periodistas presentes. Acto seguido, lanzó una advertencia que resonó en los pasillos del poder europeo: “Francamente, quizá deberían echarla de la OTAN. Van a tener que empezar a hablar con España.”

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El comentario llega después de que, bajo presión de la administración estadounidense, los países miembros de la OTAN acordaran en junio elevar su gasto militar al 5% del producto interno bruto (PIB) antes de 2035. La medida busca reforzar las capacidades defensivas de la organización ante un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y conflictos prolongados.

España, sin embargo, rechazó adherirse al nuevo objetivo de gasto. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, argumentó que el aumento es “incompatible con nuestro Estado de bienestar y nuestra visión del mundo.” La respuesta dejó en evidencia la distancia ideológica y económica entre la postura del Ejecutivo español y las presiones del gobierno estadounidense.

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El tono desafiante de Trump no sorprendió a los analistas internacionales, aunque sí encendió las alarmas en Bruselas. Algunos diplomáticos consideran que una exclusión de España sería un golpe sin precedentes para la cohesión de la OTAN, mientras otros creen que se trata de una maniobra política para forzar un nuevo acuerdo de financiación dentro del bloque.

Mientras tanto, la Casa Blanca evitó precisar si la propuesta de Trump se traducirá en una acción formal. La tensión entre Washington y Madrid crece, y la declaración presidencial deja abierta una pregunta inquietante: ¿hasta dónde llegará la presión de Estados Unidos sobre sus aliados europeos?