Histórico: Ciudad de Bolívar ascendió a la Primera Nacional

En San Carlos de Bolívar, la emoción todavía vibra en el aire. El Club Ciudad de Bolívar logró el ascenso a la Primera Nacional tras vencer por penales a Atlético Rafaela, en una final que paralizó a toda la ciudad. Desde temprano, los vecinos colmaron bares, siguieron la transmisión en familia y celebraron con lágrimas de emoción un logro que parecía lejano, pero hoy es realidad.

El club, fundado en 2002 por Marcelo Tinelli con una identidad netamente ligada al vóley, sorprendió a todos al reinventarse por completo. Tras dejar de participar en la Liga Argentina de Vóley en 2021, decidió apostar al fútbol como nuevo motor institucional y deportivo. La transformación no fue solo de disciplina, sino de mentalidad, infraestructura y gestión.

“Es algo histórico, único. Está todo conmocionado, todos quieren viajar, conseguir su entrada y estar presentes”, contó Alfredo Troncoso, exgoleador del club que, aunque ya no integra el plantel, vive el proceso como parte activa del proyecto. Troncoso, quien marcó 27 goles con la camiseta celeste, representa a una generación que soñó este momento desde los inicios. Su voz resume la emoción de una ciudad que hoy respira fútbol.

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El fútbol en Bolívar comenzó como una idea pequeña, casi un experimento dentro de un club que había triunfado en otra disciplina. En octubre de 2019, un grupo inversor le dio forma al proyecto y lo impulsó hacia objetivos concretos. En apenas cinco años, esa apuesta se transformó en una historia digna de película.

El club se afilió a la Liga de Bolívar, ganó el Regional Amateur en 2021 y desde entonces no paró de crecer. A nivel local, sumó títulos en la liga bolivarense y en el Torneo Interligas, y a nivel nacional, alcanzó una semifinal en 2023 y ahora el ascenso en 2024. Todo con una estructura organizativa poco común para la categoría.

“Nos enfocamos en construir algo serio y pensar en grande”, señaló Sebastián Alzueta, dirigente e integrante de la representación del club ante AFA. Según detalló, el fútbol profesional se sostiene exclusivamente con aportes del grupo inversor y sponsors, sin interferir con el resto de las disciplinas. La institución conserva su esencia como asociación civil, con vida social y cultural.

Aunque la historia reciente está centrada en el fútbol, el club mantiene otras disciplinas como hockey, vóley y taekwondo, con más de 300 socios activos. La infraestructura es otro pilar del proyecto: el complejo José Domeño, originalmente pensado para el vóley, fue adaptado con calidad superior para los entrenamientos y partidos de fútbol. “Esa base sólida nos permitió crecer más rápido que otros”, reconocen desde la dirigencia.

El plantel profesional está compuesto mayormente por jugadores traídos de distintas provincias, ya que las divisiones inferiores aún están en construcción. Para eso, Ciudad se fusionó con Balonpié y participa en torneos juveniles del Consejo Federal con categorías Sub-13, Sub-15 y Sub-17. El objetivo es ir formando, a mediano plazo, futbolistas con sentido de pertenencia.

En Bolívar viven unas 40 mil personas, y casi todos conocen a los jugadores del plantel. Esa cercanía genera un vínculo especial con el club, que se siente en cada charla de café, en cada almacén o esquina del pueblo. “La ciudad es como una gran familia, y hoy todos se sienten parte del club”, aseguró Troncoso.

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Para llegar a la final, Bolívar eliminó en semifinales a Argentino de Monte Maíz, revirtiendo un 2-1 en contra con un contundente 3-0 como local. Aunque hubo cuestionamientos al arbitraje, la alegría del pueblo fue más fuerte que cualquier polémica. La pasión superó todo: se agotaron las entradas, se organizaron micros y hubo caravana antes y después del partido.

Más allá del resultado deportivo, lo que distingue al club es su modelo de gestión. Dirigentes, inversores e hinchas entienden que el camino recién empieza, pero ya se ganó un lugar en el mapa del fútbol argentino. El club fue paciente, ordenado y trabajó en silencio, mientras otros caían en promesas vacías.

La emoción fue total cuando se selló el ascenso. Troncoso lo expresó mejor que nadie: “Uno se pone a pensar en los años que estuvo, en todo lo que se luchó, y verlo ahí, tan cerca, emociona. Es más fuerte que jugarlo.” Y esa frase representa a toda una ciudad que hoy late al ritmo del fútbol.