El peronismo cuestiona la conducción de Cristina Kirchner y reabre su disputa interna

El peronismo atraviesa una nueva crisis interna tras la derrota electoral de Fuerza Patria, que perdió incluso en la provincia de Buenos Aires, su bastión histórico. La caída provocó un fuerte sacudón dentro del espacio y reavivó el viejo debate sobre la conducción política de Cristina Fernández de Kirchner, hasta ahora figura central del movimiento.

Desde la noche del domingo, las diferencias quedaron a la vista. La exmandataria, aún con detención domiciliaria por la causa Vialidad, fue señalada por un sector del partido como responsable del armado electoral que terminó en derrota. Algunos dirigentes cuestionaron su estrategia, tanto por la conformación de las listas como por el desdoblamiento dispuesto por Axel Kicillof, quien defendió su decisión pero también deslizó críticas hacia su mentora política.

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Los reproches se multiplicaron en los días posteriores. Gobernadores e intendentes pidieron revisar el liderazgo interno y promover un recambio. Gustavo Sáenz, mandatario salteño, fue uno de los más duros al sostener que “lo que pasó en el país es su responsabilidad”. En el entorno de Kicillof, en cambio, las críticas apuntaron a quienes “consideran que sólo se puede hacer lo que dice ella porque nunca se equivoca”.

Mientras tanto, el gobernador bonaerense reunió a su mesa política en La Plata y convocó a una reunión ampliada para analizar los pasos a seguir. Según trascendió, el grupo busca construir una nueva identidad dentro del peronismo, con una impronta más federal y menos dependiente de las figuras tradicionales del kirchnerismo.

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Desde el círculo cercano de la ex presidenta reaccionaron con dureza a los cuestionamientos y aseguraron que existe “un intento permanente de ir contra Cristina y Máximo”. También criticaron a algunos dirigentes sindicales por sus declaraciones tras la derrota, al tiempo que defendieron el rol histórico de la expresidenta dentro del espacio.

En paralelo, el dirigente social Juan Grabois respaldó a Fernández de Kirchner y cruzó públicamente a quienes reclamaron su renuncia a la conducción partidaria. La discusión se trasladó a las redes y medios, donde distintas figuras del peronismo expresaron posturas opuestas sobre el futuro del movimiento.

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La presidencia del Partido Justicialista nacional permanece acéfala desde que Fernández de Kirchner quedó bajo arresto domiciliario, y la conducción provisoria recayó en José Mayans y Teresa García. En ese contexto, los sectores más críticos plantean la necesidad de convocar a un congreso partidario que redefina las autoridades.

El debate actual recuerda a otras etapas de crisis interna del peronismo, como las vividas tras las derrotas de 2009 y 2017. Los reclamos de renovación se repiten, aunque hasta ahora no lograron desplazar la centralidad política del kirchnerismo. Sin embargo, el resultado electoral reciente dejó a la exmandataria más aislada dentro del movimiento.

Fuente: Diario Clarín