La industria continúa estancada: cayó la producción de acero y el sector espera señales de reactivación

La actividad industrial argentina volvió a mostrar señales de debilidad y estancamiento durante septiembre. Según el último informe de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo cayó 3,7% respecto de agosto y 3,8% en la comparación interanual, acumulando así un tercer mes consecutivo de retroceso. Con 356.700 toneladas producidas, el sector experimentó un freno motivado por ajustes operativos y adecuación de stocks en las plantas industriales, en un contexto de demanda interna débil y costos financieros elevados.

Desde el Gobierno, sin embargo, mantienen una visión optimista. Fuentes oficiales aseguraron que la tendencia podría revertirse a partir de noviembre, luego del resultado electoral que —según sostienen— “le dio luz verde a las propuestas de Javier Milei”, generando expectativas de recomposición de la inversión y normalización de la actividad económica. Hasta octubre, no obstante, no se registraron indicios concretos de recuperación.

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Dentro del complejo siderúrgico, algunos subsectores mostraron una leve mejoría. La producción de laminados en caliente creció 2,7% mensual, aunque sufrió una baja del 1,6% en términos interanuales. Los laminados planos repuntaron 11,2%, mientras que los no planos aumentaron 6,1%, reflejando una demanda sostenida por parte de la construcción industrial y la infraestructura logística.

En contraste, el hierro primario registró una nueva contracción: se produjeron 207.300 toneladas, lo que implica una caída del 1% mensual y del 6,8% interanual. El informe del sector advierte que la demanda proyectada para 2025 será apenas superior a la de este año, pero todavía insuficiente para alcanzar los niveles de producción previos a la pandemia.

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En la construcción tradicional, la actividad se mantiene en niveles bajos, aunque los despachos de cemento subieron 3,7% en el último mes. Por su parte, la construcción en acero, vinculada a galpones logísticos y obras industriales, continúa mostrando un ritmo más estable, sostenido por inversiones privadas y obras de infraestructura regional.

El sector automotor registró una mejora mensual del 5,8%, pero acumula una caída interanual del 5%, impactado por la baja demanda de vehículos en el mercado interno y las demoras en la importación de autopartes.

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En tanto, la industria de maquinaria agrícola mantiene expectativas positivas hacia fin de año, impulsada por las buenas proyecciones para la cosecha de trigo y la siembra de soja y maíz. Aun así, los productores advierten que la falta de crédito y las restricciones a la importación de insumos podrían limitar el crecimiento.

Los sectores vinculados al consumo masivo, como la línea blanca, envases metálicos y electrodomésticos, continúan en retroceso, afectados por la pérdida del poder adquisitivo, el aumento de los costos y la competencia de productos importados. La cámara industrial advirtió que la recuperación dependerá de la estabilidad macroeconómica, la disponibilidad de financiamiento y la evolución del mercado laboral durante los próximos meses.