Crisis en Gimnasia de La Plata: el plantel no se entrenó por deudas salariales

El plantel de Gimnasia vivió una jornada tensa en Estancia Chica. Los jugadores no realizaron la práctica completa y solo se movieron en el gimnasio por falta de pagos. La medida de fuerza se produjo en la previa del partido con Vélez y generó preocupación en la dirigencia.

La Comisión Directiva de Mariano Cowen deja el club con severas deudas. El mandatario no buscará renovar su mandato y la institución enfrenta obligaciones impagas en todos los sectores. La situación deja un panorama financiero complicado para el próximo gobierno institucional.

Los salarios impagos afectan a todo el plantel profesional. Algunos jugadores más jóvenes no recibieron el pago del último mes y los contratos más altos acumulan hasta cuatro meses de deuda. Esta situación motivó la decisión de no entrenarse durante la jornada del viernes.

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Los futbolistas comunicaron la medida al gremio propio para recibir respaldo. Se espera que la situación se resuelva antes de la concentración previa al partido con Vélez. La incertidumbre genera malestar en el plantel y dificulta la planificación del cuerpo técnico.

No solo los jugadores sufren retrasos en los pagos. Los empleados de la sede y proveedores del club también permanecen con salarios y facturas impagas. La acumulación de deudas genera conflictos internos y preocupación en los trabajadores habituales del club.

El gremio Utedyc se presentó en la puerta de la sede para reclamar por la situación. Hasta el momento, no hubo respuesta de la dirigencia y la protesta continúa generando tensión. El sindicato exige que se regularicen los pagos pendientes cuanto antes.

La proximidad de las elecciones generales suma presión al contexto institucional. Quien resulte ganador deberá asumir con una gran inyección de dinero para poner en funcionamiento el club. La tarea será compleja y requerirá medidas inmediatas para normalizar la economía del club.

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El plantel profesional mantiene su compromiso con el club pese a la crisis. Los jugadores esperan una solución rápida para poder concentrarse y jugar el partido con Vélez con normalidad. La tensión y la incertidumbre afectan el clima laboral y deportivo de la institución.

La dirigencia saliente se despide dejando un club financieramente deteriorado. La transición será complicada y el próximo gobierno deberá reorganizar pagos atrasados y planificar la economía futura. La situación refleja la necesidad de un manejo más profesional de las finanzas del club.

El futuro de Gimnasia dependerá de la capacidad de gestión del próximo comité directivo. La pronta regularización de salarios y la atención a empleados y proveedores serán fundamentales para restablecer la normalidad. La presión de los jugadores y gremios marca la urgencia de soluciones inmediatas.