Hincha de Boca Juniors golpeado por Salas rompió el silencio tras el Superclásico

El joven hincha de Boca, Uriel Hamra, de apenas 20 años, se convirtió en noticia nacional luego del Superclásico del pasado domingo. Ingresó al campo de juego de La Bombonera para filmarse mientras los jugadores de River abandonaban la cancha tras la derrota. En ese breve instante, Maximiliano Salas corrió hacia él y lo golpeó por la espalda.

El episodio fue captado por varios teléfonos y rápidamente se volvió viral en redes sociales. En las imágenes se ve al delantero con pasado en Racing lanzando un golpe al joven, que sostenía su celular en modo selfie. Miles de usuarios compartieron el video con indignación, mientras otros señalaron que el ingreso de Hamra también fue una imprudencia.

En diálogo el hincha aclaró su postura. “No tuve intenciones de burlarme ni provocar a nadie”, afirmó, buscando bajar el tono de la discusión. Dijo que solo quiso registrar un momento “único” desde el césped, sin imaginar el desenlace.

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Hamra relató que aprovechó una puerta lateral abierta y caminó unos metros dentro del campo. Explicó que lo hizo sin pensar en las consecuencias, motivado por la emoción del triunfo de su equipo. “Todo pasó muy rápido, no pensé que alguien iba a reaccionar así”, añadió.

Sobre el golpe, el joven ofreció una interpretación conciliadora. “Intentó sacarme el celular, no creo que haya querido pegarme”, sostuvo. A pesar de la agresión, remarcó que no tiene intención de denunciar al jugador ni de continuar con el tema.

Uriel se mostró sorprendido por la repercusión del video y la cantidad de mensajes recibidos. “Todo lo que es quilombo, yo voy para el otro lado”, dijo con sinceridad. Insistió en que no busca fama ni exposición mediática, solo tranquilidad.

Tras el incidente, intervino la policía de la Ciudad. Los efectivos separaron rápidamente a Hamra del grupo de jugadores y labraron una contravención por ingreso indebido. El joven fue identificado, notificado y se retiró sin resistencia del estadio.

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Más tarde, decidió borrar el video original de sus redes sociales. Contó que lo hizo “para no generar más lío” y evitar que el tema se agrande. Su familia, por su parte, pidió respeto y privacidad para el joven.

Desde su entorno aseguran que Uriel es un chico tranquilo y fanático de Boca desde la infancia. Niegan cualquier vínculo con barras y subrayan que su ingreso fue un acto impulsivo, no una provocación. “Se dejó llevar por la emoción, nada más”, remarcaron.

Hasta el momento, River no emitió un comunicado sobre la actitud de Salas. El delantero tampoco habló públicamente, aunque el club analiza una posible sanción interna. Mientras tanto, las redes siguen divididas entre quienes defienden al jugador y quienes piden una disculpa pública.