Estados Unidos pone fin a 43 días de parálisis y cerrar el shutdown más extenso de su historia

El largo bloqueo institucional que mantuvo a Estados Unidos en vilo durante seis semanas finalizó cuando la Cámara de Representantes aprobó la resolución presupuestaria que pone fin al cierre gubernamental más extenso de la historia, un episodio que dejó efectos económicos inmediatos y tensiones políticas que seguirán presentes en Washington. La votación cerró con 222 respaldos y 209 rechazos, en una sesión marcada por discursos encendidos que reflejaron la dureza del enfrentamiento entre republicanos y demócratas.

El Senado ya había dado su aval el miércoles por la noche, por lo que la norma quedó lista para ser firmada por el presidente Donald Trump, quien tenía previsto estampar su firma en la misma jornada. La medida permitió restablecer el funcionamiento pleno de las agencias federales tras 43 días de parálisis, lapso que generó pérdidas estimadas en 14.000 millones de dólares, según evaluaciones del propio Congreso.

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En medio de la discusión, la falta de controladores aéreos obligó a cancelar vuelos en distintos aeropuertos, al tiempo que unos 670.000 empleados estatales fueron enviados a sus casas sin sueldo, con la promesa de recuperar los salarios desde este jueves. La situación expuso la fragilidad de los servicios federales ante los cierres presupuestarios y reavivó el debate sobre los costos de los enfrentamientos partidarios.

Las acusaciones cruzadas dominaron la jornada y dejaron frases que marcaron el tono del conflicto. El presidente de la Cámara baja, Mike Johnson, sostuvo que los demócratas “causan daño” de manera intencionada, mientras que el líder opositor Hakeem Jeffries defendió la estrategia de su bancada y afirmó que buscaban “defender los derechos de los estadounidenses”, en un mensaje directo hacia el electorado que siguió de cerca la disputa.

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El trasfondo central del cierre estuvo marcado por el debate sobre la financiación de la sanidad pública, especialmente los subsidios vinculados al Obamacare y sus ampliaciones durante la administración de Joe Biden. Estas ayudas, que benefician a millones de personas y vencen a fin de año, se convirtieron en un eje de disputa con fuerte impacto. Los republicanos sostienen que deben concentrarse en los sectores de mayor vulnerabilidad, mientras que los demócratas advierten que sin esos apoyos la atención médica se volverá “impagable” para gran parte de la población.

A pesar de que las encuestas responsabilizaban principalmente a Trump y a los republicanos por el cierre, la disciplina interna del oficialismo se mantuvo firme, incluso frente al desgaste que generó la prolongada parálisis. Del otro lado, el bloque demócrata mostró señales de inquietud, aun luego de celebrar triunfos recientes en varios de sus territorios tradicionales.

Fuente: NA.