
Perros de apoyo emocional que transforman la experiencia de víctimas en el sistema judicial
Chubut13/11/2025
REDACCIÓN
La experiencia de San Francisco muestra que los perros de apoyo emocional pueden generar un cambio profundo en la manera en que las víctimas atraviesan el sistema judicial, tanto en entrevistas como en audiencias formales. La fiscal María Bottini conoció de cerca ese programa durante una visita institucional y observó su funcionamiento cotidiano dentro de la Oficina del Fiscal de Distrito.


El modelo estadounidense utiliza animales especialmente entrenados para acompañar a víctimas y testigos en instancias de alto estrés, desde conversaciones iniciales con investigadores hasta momentos de declaración. Estas intervenciones buscan reducir ansiedad, facilitar la comunicación y aportar contención emocional en espacios donde suele predominar la tensión.
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En San Francisco los perros de apoyo trabajan como parte estable del equipo fiscal, lo que significa que conviven diariamente con profesionales, reciben entrenamiento constante y se preparan para situaciones que exigen absoluta calma. Las autoridades destacan que su presencia genera un ambiente menos intimidante, en particular para niñas, niños y personas que atraviesan episodios traumáticos recientes.
La utilidad de estos animales quedó demostrada en múltiples casos, donde su compañía permitió que testigos pudieran relatar hechos con mayor claridad y sin bloqueos emocionales, un factor esencial en causas complejas. La evidencia científica respalda ese efecto: la interacción con perros disminuye la presión arterial, estabiliza la respiración y reduce la respuesta fisiológica al estrés.
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El programa también incorpora a estos animales en salas de audiencias cuando las normas lo permiten, siempre con la premisa de que su presencia mejore la estabilidad emocional de la persona que declara. Según destacan en Estados Unidos, el apoyo del animal puede sostener a quienes deben revivir episodios traumáticos frente a jueces y abogados.
En Chubut, el Ministerio Público Fiscal analiza la posibilidad de implementar un esquema similar, con el objetivo de sumar una herramienta complementaria para acompañar a víctimas durante las etapas más sensibles del proceso penal. La intención, según fuentes institucionales, es adaptar el modelo a la estructura local y avanzar gradualmente con profesionales capacitados y perros preparados para este tipo de tareas.
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El interés de la justicia provincial se basa en la convicción de que la contención emocional mejora la calidad de las declaraciones y fortalece la confianza de las personas en el sistema, especialmente en situaciones donde revivir los hechos puede resultar doloroso. Este tipo de acompañamiento, destacan especialistas, no interfiere en la investigación y aporta beneficios concretos para quien atraviesa un trámite judicial complejo.
La visita de la fiscal Bottini permitió observar de primera mano un programa que forma parte de una tendencia creciente en sistemas judiciales de distintos países, donde se incorporan estrategias para humanizar procesos que suelen ser rígidos y demandantes. En cada caso, la presencia del animal se introduce bajo reglas estrictas y con criterios profesionales.
El análisis local busca que este recurso se utilice con responsabilidad, respaldo técnico y protocolos claros, entendiendo que la contención emocional es parte fundamental del acceso a justicia. La expectativa es que, una vez completada la evaluación, se puedan instrumentar experiencias piloto para medir su impacto en la provincia.
La iniciativa abre la puerta a nuevas formas de apoyo institucional, donde la sensibilidad y el acompañamiento emocional no quedan relegados frente a la rigurosidad del proceso judicial. Para quienes deben declarar, un perro entrenado puede convertirse en un sostén inesperado en un entorno donde muchas veces prevalece la presión y el miedo.


















