PAMI aplicará guardias mínimas en el sur del país ante el alerta naranja por vientos y tormentas

PAMI anunció que sus agencias del sur del país funcionarán este lunes con guardias mínimas debido al alerta naranja por vientos intensos y tormentas que afectarán a gran parte de la Patagonia. La decisión se tomó en línea con las recomendaciones emitidas por los gobiernos provinciales y organismos de emergencia, que solicitaron extremar precauciones ante el temporal previsto para toda la jornada.

La medida alcanza a las sedes ubicadas en Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, y tiene como objetivo garantizar únicamente los servicios esenciales, evitando la exposición de afiliados y trabajadores a situaciones de riesgo. El organismo remarcó que la prioridad es preservar la salud de quienes asisten diariamente a las oficinas, especialmente en un contexto de fenómenos climáticos severos.

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A lo largo del día, los equipos técnicos de PAMI mantendrán un seguimiento permanente de la evolución del temporal. El funcionamiento de cada sede se evaluará en tiempo real, en coordinación con las autoridades provinciales, para determinar si resulta necesario ampliar o restringir aún más la atención. Desde la entidad recordaron que cualquier cambio será comunicado por los canales institucionales oficiales.

El alerta naranja vigente describe un escenario de vientos fuertes, ráfagas intensas y probables tormentas que podrían generar complicaciones en zonas urbanas y rurales. Las autoridades recomendaron limitar los desplazamientos, asegurar objetos sueltos y mantenerse informados mediante fuentes confiables, medidas que PAMI también pidió adoptar a toda su comunidad de afiliados.

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En este contexto, se invitó a las personas mayores y a quienes requieran trámites o consultas a priorizar gestiones telefónicas o digitales para evitar traslados innecesarios. La atención presencial quedará reservada para situaciones urgentes, mientras que el resto de los servicios continuará disponible a través de las plataformas oficiales del organismo.

La decisión se inscribe dentro de las acciones preventivas que distintos organismos aplican en la Patagonia ante fenómenos meteorológicos de alto impacto, con el objetivo de minimizar riesgos y proteger a la población.