Tras el retiro del control municipal, crecen los accidentes en el ex Centro Minero y las rutas rionegrinas
18/11/2025
Sergio Bustos
El cambio de mando en el ex Centro Minero sigue sin una explicación oficial y los efectos están a la vista. Desde que la Municipalidad de San Antonio Oeste fue apartada del control en 2023, se multiplicaron los accidentes fuera de la temporada turística, un fenómeno que preocupa a vecinos y automovilistas.


El retiro municipal se dio luego de que la Policía de Río Negro exigiera que la Dirección de Tránsito quedara fuera de la operatoria. Ese espacio había sido acondicionado por el entonces funcionario Mario Hernández, quien impulsó mejoras para ordenar el flujo vehicular. Tras la decisión, el municipio levantó el contenedor instalado en el lugar y lo trasladó al ingreso de San Antonio Oeste, donde hoy funciona un puesto de inspección comercial.
Desde entonces, los controles nocturnos se realizan solo dentro de las localidades, sin presencia activa en uno de los puntos más sensibles del corredor costero. No hubo explicaciones oficiales sobre el motivo del cambio, que sigue generando dudas en el ámbito político y social.
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Mientras tanto, las tragedias viales no aflojan en Río Negro. Entre enero y octubre de 2025, las víctimas fatales superaron las cincuenta, cifra que volvió a crecer en noviembre. El contraste con años anteriores es mínimo: tanto en 2023 como en 2024 el número quedó por encima del medio centenar. En 2023 murieron 84 personas y en 2024 fueron 71, un registro que mantiene a la provincia en alerta permanente.
Un relevamiento técnico solicitado por el Gobierno a Vialidad Rionegrina confirmó lo que los conductores observan cada día: baches profundos, calzadas deterioradas, banquinas casi inexistentes, demarcación tenue y señalización insuficiente en varios tramos, sobre todo en las rutas nacionales. Los informes señalan que esta combinación potencia el riesgo en horas nocturnas y en días de alta circulación turística.
Las estadísticas muestran la gravedad, pero detrás de cada número hay familias enteras marcadas por la pérdida. El deterioro vial y la falta de controles sostenidos dejan un escenario crítico, donde cada viaje implica un riesgo creciente. Mientras no haya respuestas claras ni medidas integrales, el problema seguirá golpeando a la provincia sin pausa.










