Mattia Colnaghi proyecta su salto a la Fórmula 3 y mantiene un fuerte lazo emocional con la Argentina

La historia deportiva de Mattia Colnaghi tomó impulso propio en Europa, donde el piloto de 17 años comenzó a instalar su nombre con resultados que lo llevaron al programa de jóvenes talentos de Red Bull, una estructura que formó a figuras que luego llegaron a la Fórmula 1. Nacido en Monza pero con raíces argentinas, sostiene un vínculo emocional firme con el país.

Desde Lombardía y en un castellano fluido, el joven contó que viaja a la Argentina cada invierno europeo, donde aprovecha el receso para ver a su familia en Buenos Aires y en la Patagonia. Explicó que esos momentos funcionan como un ancla afectiva que lo acompaña en un camino exigente dentro del automovilismo.

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Colnaghi relató que “me gusta mucho pasar tiempo con mi familia, porque no los veo mucho”, y mencionó su fanatismo por la gastronomía local. Destacó los asados de su tío y su devoción por los alfajores, detalles que lo conectan con un origen que reivindica incluso dentro de las pistas.

Su estilo de manejo se inspira en Kimi Räikkönen, a quien admira por su frialdad y su temple en situaciones complejas. Esa combinación de calma y velocidad marcó un avance rápido en su carrera reciente, donde ganó el Richard Mille Young Talent Shootout en 2023, premio que le abrió las puertas de una temporada completa de F4 española con MP Motorsport.

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El joven aprovechó cada oportunidad y se coronó campeón, un logro que repitió en 2025 en la categoría Eurocup-3. Ese rendimiento llamó la atención de Red Bull, que decidió incorporarlo a su programa de formación. Colnaghi celebró ese ingreso y afirmó que “es un privilegio estar donde estoy”, destacando que recibe información valiosa para crecer.

A medida que se prepara para su debut en Fórmula 3 en 2026, explicó las diferencias técnicas que deberá dominar. Señaló que los monoplazas de F3 tienen más potencia, mayor peso y un comportamiento muy distinto en neumáticos, lo que lo obliga a perfeccionar cada detalle para sostener consistencia en un torneo de exigencia profesional.

El piloto resaltó que adaptarse al entorno de la F3 representa un paso enorme, porque compartirá los fines de semana con la Fórmula 1, experiencia que describe como “muy emocionante”. Confesó que su objetivo no cambió desde la niñez: llegar a la máxima categoría con un proyecto consolidado y un crecimiento progresivo.

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Colnaghi aseguró que “el objetivo es siempre ganar, no hay otro”, aunque aclaró que cada etapa se cumple con paciencia y disciplina. Para él, el tránsito por la F3 será una instancia determinante para reforzar su identidad dentro del automovilismo internacional, donde la competencia es intensa y demanda precisión permanente.

Sobre su relación con la Argentina, explicó que compite con licencia italiana, pero lleva la bandera celeste y blanca en su buzo y en su auto, un gesto que interpreta como reconocimiento a la mitad de su historia familiar. Confirmó que un posible cambio de licencia será un tema a evaluar más adelante.

El joven señaló que la presencia de pilotos argentinos en el exterior, como Franco Colapinto, impulsa el entusiasmo local y demuestra que existe un camino hacia la cima cuando hay estructura, trabajo y oportunidades. Compartir espacio con referentes antiguos de su equipo potencia su crecimiento y lo proyecta hacia nuevas metas.