
Día del café: El ritual del espresso que gana fanáticos en todo el mundo
Otros Temas23/11/2025
REDACCIÓN
El Día Mundial del Café Espresso vuelve a mostrar la pasión global por una bebida que marca rutinas, conecta generaciones y sostiene un universo de aromas que nunca pasa de moda. La jornada nace en Italia, atraviesa fronteras y se instala en cada bar donde una máquina ruge y anticipa un sorbo intenso.


La tradición del espresso mantiene un encanto único. Los fanáticos hablan del primer impacto, del golpe aromático que aparece apenas la taza se acerca a la boca y de ese calor que despierta recuerdos. “El espresso te acompaña siempre”,repiten los cafeteros que celebran esta fecha con un ritual casi sagrado.
El origen del espresso queda unido a la cultura italiana del siglo XX, cuando los bares empezaron a llenarse de máquinas humeantes. Con el tiempo, la bebida tomó otros territorios y adoptó nuevos matices según el gusto de cada país. Hoy funciona como punto de encuentro entre puristas, curiosos y amantes de las recetas más atrevidas.
La búsqueda de un espresso perfecto exige atención al grano, una molienda fina y un pulso firme, elementos que hacen la diferencia entre una taza intensa y una sin alma. En las casas, la preparación también crece gracias a nuevas máquinas, cafeteras portátiles y técnicas que cualquiera puede aprender.
OTRAS NOTICIAS:
La fecha impulsa a probar combinaciones frescas y a romper el molde del café tradicional. Cada receta propone un camino distinto: aromas sutiles, notas dulces, golpes especiados y mezclas frías que sorprenden en los días calurosos.
El espresso clásico sostiene el espíritu original de esta bebida. Para lograrlo, basta un buen grano molido fino y unos segundos bajo presión. Ese chorro oscuro, firme y cubierto por una crema dorada resume toda la historia del café.
El macchiato aparece como una caricia de leche sobre el espresso. Una pequeña nube blanca cambia la textura y suaviza la intensidad, sin perder identidad. A su lado, el cortado se abre paso con un toque de calidez que equilibra sabores y conquista barras de Buenos Aires, Madrid y Montevideo.
OTRAS NOTICIAS:
Las recetas también viajan hacia terrenos más atrevidos. El espresso con especias aporta una veta aromática que conquista al primer olfato. Canela, cardamomo y otras notas sutiles transforman la taza y la convierten en un instante distinto. El affogato, en cambio, mezcla café caliente con helado de vainilla y regala un final dulce. El tonic sorprende con una fusión helada que estalla en los veranos.
Al final del recorrido, cada receta reafirma el espíritu del Día del Espresso: una excusa para celebrar, descubrir y compartir. El café une mesas, abre charlas y sostiene rituales que sobreviven al tiempo.

Espresso clásico
7 g de café molido fino
30 ml de agua filtrada
Colocá el café en el portafiltro, nivelá, prensá firme y extraé durante 25 segundos. Serví al instante para conservar aroma y crema.
Espresso macchiato
30 ml de espresso
10 ml de leche espumada
Serví el espresso y sumá una cucharada de espuma en el centro. Ese toque cambia el perfil y aporta suavidad.
Espresso cortado
30 ml de espresso
15 ml de leche caliente
Verté el espresso y añadí la leche despacio. Dejá que las capas hablen solas.

Espresso affogato
1 bocha de helado de vainilla
30 ml de espresso
Serví el helado en un vaso y bañalo con el espresso caliente.
Espresso tonic
















