Poste de Telefonica sin mantenimiento
El debate abierto en el Concejo Deliberante de Rawson sobre el nuevo reglamento para el tendido de servicios aéreos volvió a enfocar hacia Movistar, no por innovaciones tecnológicas ni mejoras reales en la prestación, sino por una imagen consolidada durante años: una empresa que permaneció ajena a sus obligaciones, desoyó reclamos y sostuvo una estructura en evidente abandono. La presentación del proyecto, impulsado por el presidente del cuerpo legislativo, Dulio Monti, llegó acompañada de un informe técnico de la Cooperativa local que alertó sobre la sobrecarga de postes, el deterioro de los herrajes y la presencia masiva de cables muertos.
La situación actual no es nueva. En Trelew, la Cooperativa Eléctrica intimó por carta documento a Telefónica Argentina por la instalación de postes sin autorización, un hecho que desnuda un patrón que se arrastra en el tiempo. La empresa colocó estructuras sin avisos, sin pedidos formales y sin el convenio que exige la normativa provincial, generando riesgos en líneas de media tensión y complicaciones para los operarios que deben atender emergencias.
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En Rawson, la conducta fue similar. El concejal Juan Flores Revillot impulsó un proyecto para exigir mantenimiento urgente luego de que vecinos denunciaran postes inclinados, cables sueltos y un deterioro visible en las estructuras que recorren distintos barrios. “Desde el Concejo y el Ejecutivo Municipal hemos gestionado soluciones sin obtener respuestas de la empresa”, señaló el edil durante la sesión en la que se aprobó la comunicación por unanimidad.
Los temporales recientes dejaron expuesta con mayor fuerza la falta de inversión. El director de Defensa Civil municipal, Raúl Curín, relató que durante la tormenta “nos tratamos de comunicar, incluso llamé a un número de emergencia y el personal me dijo que están de licencia”, un testimonio que resume el nivel de desconexión entre la compañía y la realidad de los usuarios. Los postes de madera cayeron sobre líneas eléctricas, afectaron el servicio y obligaron a cuadrillas municipales a asistir situaciones que la empresa ignoró por completo.
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El nuevo proyecto de ordenanza capitalina exige que toda infraestructura futura sea subterránea, que se retiren los cables en desuso y que las compañías identifiquen claramente su tendido. El punto más sensible apunta a que no se habilitarán nuevos tendidos aéreos, una decisión que marca un límite después de años de tolerancia administrativa ante el abandono de la red telefónica.
La pregunta que recorre despachos y calles es la misma: ¿por qué una empresa con presencia nacional mantuvo durante tanto tiempo en el Valle una actitud de incumplimiento sistemático? Los testimonios acumulados revelan un patrón: desinversión, ausencia de mantenimiento preventivo, nula respuesta ante emergencias y un sistema de atención incapaz de dar soluciones elementales.
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Rawson avanza hacia un esquema moderno de ordenamiento urbano. Trelew sostiene reclamos legales para que se respeten las servidumbres eléctricas. Y en ambos casos el denominador común sigue siendo el comportamiento de Movistar, una compañía que ahora intenta corregir problemas que dejó crecer durante años, cuando la infraestructura ya muestra signos claros de agotamiento.
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