Quiénes integran el Tribunal de Disciplina de AFA y sus vínculos con la Justicia federal

El Tribunal de Disciplina de la AFA es el órgano que analiza expedientes y define sanciones dentro del fútbol argentino. Su integración aparece bajo la lupa cada vez que dicta fallos que sacuden campeonatos, clubes o dirigentes, sobre todo por un dato que se repite: varios de sus miembros tienen cargos en la Justicia federal.

El Tribunal está integrado por ocho personas. La presidencia la ejerce Fernando Mitjans y la vicepresidencia queda en manos de Sergio Fernández. Completan el cuerpo Jorge Luis Ballestero, Néstor Pablo Barral, Matías García, Esteban Mahiques, Ezequiel Iglesias Berrondo y Martín Peluso.

Mitjans figura como escribano y presidente del Tribunal de Disciplina. Además, integra el Comité de Apelaciones de la FIFA, un rol que lo conecta con instancias internacionales del sistema disciplinario del fútbol.

En la vicepresidencia aparece Sergio Fernández, identificado como juez de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal. Esa presencia refuerza el perfil jurídico del organismo, que actúa como tribunal interno para sanciones, apelaciones y medidas disciplinarias.

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Otro de los integrantes con cargo judicial es Néstor Pablo Barral, señalado como juez de la Cámara Federal de Apelaciones. Su participación se suma a la de otros miembros que registran funciones dentro del aparato judicial o experiencia jurídica relevante.

En la nómina también figura Ezequiel Iglesias Berrondo, quien se desempeña como prosecretario letrado del cuerpo de auditores del Poder Judicial de la Nación. Ese dato vuelve a marcar un punto: la estructura del Tribunal combina perfiles del mundo del fútbol con cuadros provenientes del derecho y la Justicia.

En el caso de Martín Peluso, se lo identifica como juez de primera instancia del Juzgado N° 9 de Buenos Aires. Y Matías García aparece como abogado y exdirector de Aguas Bonaerenses, con recorrido en gestión y en el campo jurídico-administrativo.

Con este esquema, el Tribunal queda compuesto por un núcleo de integrantes con trayectoria judicial o funciones en el Poder Judicial, además de miembros con perfil institucional dentro de AFA. Esa mezcla explica por qué cada decisión disciplinaria no se lee solo en términos deportivos: también se interpreta como una resolución con fuerte impronta legal.