Lando Norris rompe el libreto en Abu Dhabi y abre una nueva era en la Fórmula 1
Deporte07/12/2025
REDACCIÓN
Lando Norris
El final en Abu Dhabi quedó grabado en la memoria de los fanáticos. Lando Norris cruzó la meta en tercer lugar, pero la escena tuvo sabor a coronación. El británico selló así su primera temporada de campeón y cortó la racha dominante de Max Verstappen, que parecía no tener final.
La foto de Norris sobre el podio mostró algo más que un logro deportivo. Su sonrisa amplia transmitió alivio, emoción y una alegría que contagió a todo el equipo McLaren. En ese instante, quedó claro que la categoría abría un capítulo distinto.
El flamante campeón habló con serenidad. “Es extraño pensar que hace pocos años esto parecía muy lejano”, recordó. Su recorrido fue largo, desde los días de karting hasta el salto definitivo a la F1. El talento lo llevó, pero su constancia lo mantuvo ahí.
Norris se mueve en el paddock con una naturalidad distinta. Le habla a todos, se detiene a saludar y suele quedarse después de cada carrera para dar una mano. “Me gusta estar con los mecánicos y divertirme”, contó sin vueltas. Esa actitud lo acercó al público y al equipo.
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Su historia familiar siempre llamó la atención. Creció con comodidades económicas, pero nada de eso lo despegó de la realidad. Desde chico se enganchó con los autos, y cuando subió al karting mostró aquello que no se compra: ritmo, precisión y una mirada competitiva.
En cada temporada, Norris dejó ver otra faceta: el piloto que no esconde emociones. “También me enojo y tengo mis momentos malos”, dijo alguna vez. Ese costado terrenal lo hace distinto en un ambiente que suele esconder gestos detrás de declaraciones limpias.
El británico también alimentó amistades profundas dentro del paddock. Entre otros, el argentino Sacha Fenestraz recordó risas, anécdotas y hasta un intento fallido con un sorbo de fernet. “¿Qué es este remedio que me estás dando?”, bromeó Lando entonces.
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La primera victoria en Miami 2024 fue un quiebre. Desde ahí, McLaren encontró una sintonía que elevó su rendimiento. Para Norris fue un impulso emocional: cada carrera sumó confianza y lo proyectó hacia un 2025 inolvidable.
El crecimiento deportivo lo llevó a compartir pista con una camada que renovó la F1. Jóvenes, directos y muy presentes en la vida digital, dieron aire nuevo a la categoría. Norris se integró con naturalidad a ese grupo y ganó respeto por su forma de competir.
Cuando llegó el título, el británico no se olvidó de nadie. “Quiero agradecerle a mis padres”, dijo con voz firme. Fue el cierre perfecto de un viaje que empezó con un auto de juguete y terminó con el trofeo más valioso de su carrera.
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