

La fecha final del Brasileirao dejó una tensión evidente en todos los estadios, mientras los hinchas seguían en simultáneo los partidos que definían el futuro de varios equipos que buscaban mantenerse en la élite, en una jornada que se vivió con enorme expectativa en todo el país. El cierre del torneo expuso emociones fuertes en cada cancha, donde cada gol cambiaba los cálculos. La incertidumbre se mantuvo hasta los últimos instantes.


Con Flamengo ya coronado campeón de manera anticipada, la atención se trasladó por completo a la zona baja, donde varios clubes llegaban con la esperanza de asegurar su permanencia sin depender de terceros. La lucha se volvió frenética en cada pelota disputada. El dramatismo marcó todo el desenlace.
OTRAS NOTICIAS:
Fortaleza terminó como el protagonista del golpe más duro, ya que su caída por 4-2 ante Botafogo confirmó un descenso que parecía evitarse en las semanas previas, cuando el equipo había mostrado una reacción convincente. El resultado dejó un fuerte impacto entre sus seguidores. La noticia recorrió el país en minutos.
El conjunto dirigido por Martín Palermo necesitaba ganar para sostener sus chances, y aunque arrancó el partido con energía y buenas intenciones, no logró mantener ese ritmo ante un Botafogo que fue más contundente en los momentos decisivos. La presión terminó pesando. El equipo se quedó sin respuestas en el tramo final.
La historia de Fortaleza arrastraba dificultades desde septiembre, cuando Palermo asumió con un plantel golpeado y muy lejos de la salvación, lo que obligó a cambiar la dinámica del vestuario. El entrenador argentino logró transmitir orden y ánimo. Sus dirigidos respondieron con una racha inesperada.
Durante ese tramo, el equipo sumó nueve encuentros sin derrotas y cuatro triunfos consecutivos que devolvieron esperanza a la hinchada, aunque el esfuerzo no alcanzó para evitar un descenso que marcó al entrenador en su primera experiencia en esta situación. La campaña mejoró pero no fue suficiente. La brecha inicial resultó demasiado amplia.
OTRAS NOTICIAS:
El otro descenso fuerte de la jornada fue el de Ceará, que cayó 3-1 ante Palmeiras en un partido que expuso nuevamente sus falencias defensivas y su falta de regularidad en momentos de máxima presión. Las oportunidades desaprovechadas pesaron más que nunca. El equipo no encontró respuestas.
Sport Recife y Juventude ya llegaban sin chances reales a la fecha final, luego de un semestre muy complejo que no pudieron revertir pese a varios cambios tácticos y ajustes en el plantel. Las derrotas se repitieron. La confianza se derrumbó.
Con el cierre de la temporada, el Brasileirao dejó un mensaje contundente sobre la exigencia del torneo, que obliga a los equipos a mantenerse firmes durante toda la competencia, incluso cuando las condiciones se vuelven adversas y la presión aumenta sin pausa. La próxima Serie B se perfila intensa. Los clubes deberán trabajar para recomponerse.
















