

Javier Milei pidió de forma directa que la Legislatura mendocina apruebe el proyecto minero San Jorge, una inversión que, según remarcó, puede cambiar la matriz productiva de la provincia. El mandatario sostuvo que se trata de “una enorme oportunidad”, frase que acompañó con un despliegue de cifras y una crítica abierta al kirchnerismo.


En su mensaje, Milei destacó que la inversión ronda los US$600 millones, destinada a una mina capaz de producir 40.000 toneladas anuales de concentrado de cobre. Para el Presidente, la iniciativa coloca a Mendoza “más cerca que nunca de activar su minería después de dos décadas de parálisis”.
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El jefe de Estado apuntó contra la oposición al afirmar que “siguen en contra del sector privado, de la inversión y del trabajo”, y confió en que el proyecto se convierta en ley. También elogió la competitividad provincial: “Mendoza posicionó sus vinos en los mercados más exigentes y ahora quiere hacerlo con la minería”, expresó.
El Presidente insistió en que la “nueva Argentina” avanzará con el campo, la energía y la minería, y cerró su mensaje con su habitual lema: “¡Viva la libertad carajo!”.
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Mientras tanto, el clima social en la provincia se tensa. La Asamblea por el Agua de Uspallata inició la denominada “Gesta Libertadora por el Agua”, una caminata hacia la capital con el objetivo de presionar al Senado para rechazar la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, que prevé extracción de cobre y oro.
El debate promete un día intenso en Mendoza: apoyo presidencial, tensiones políticas y movilización ambiental convergen en una votación que podría marcar un giro productivo para la provincia.

















