Vacunas: hay una pérdida de percepción de riesgo en generaciones que no convivieron con enfermedades
Enfoques12/12/2025
REDACCIÓN
Teresa Strella
Las coberturas de vacunación en Argentina quedaron en su nivel más bajo de la última década, un dato que preocupa a equipos de salud y a quienes siguen la evolución de enfermedades prevenibles. En una entrevista en el programa El Quinto Poder por #LA17, la infectóloga Dra. Teresa Strella, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología, describió el escenario como complejo y advirtió que la caída de la inmunización puede abrir la puerta al regreso de patologías controladas.
Strella vinculó el problema con cambios culturales y con una pérdida de percepción de riesgo, sobre todo entre generaciones jóvenes que no convivieron con enfermedades que antes eran frecuentes. “Estar transitando las coberturas más bajas de los últimos 10 años es verdaderamente preocupante”, afirmó, y explicó que las vacunas protegen incluso a quienes no pueden vacunarse por razones médicas, gracias a la protección colectiva.
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En su repaso, la especialista recordó logros sanitarios concretos que quedaron ligados a la política de vacunación, y que muchas veces pasan inadvertidos justamente porque dejaron de formar parte de la vida cotidiana. Argentina no registra poliomielitis desde 1984, no tiene sarampión autóctono desde 2000, y tampoco presenta rubéola congénita desde 2009 ni tétanos neonatal desde 2007, enumeró Strella, al subrayar que estos resultados responden a años de coberturas altas.
La infectóloga puso el foco en el riesgo de reintroducción de enfermedades que hoy no circulan de manera estable, pero que pueden volver si se sostienen coberturas bajas. En ese punto, advirtió sobre el sarampión y la posibilidad de que deje de depender de casos importados. “Estamos transitando un brote que nos puede poner a riesgo de que el sarampión vuelva a introducirse en el país y que quede con circulación endémica”, señaló.
Al explicar por qué cuesta sostener la vacunación cuando los casos no se ven, Strella apeló a una frase frecuente en epidemiología, ligada a una paradoja sanitaria. “Las vacunas han sido víctimas de su propio éxito”, dijo, y explicó que la eliminación de enfermedades reduce el temor social y baja la demanda, incluso cuando el riesgo sigue latente.
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En la entrevista también apareció el peso que dejó la pandemia en la conversación pública, con la circulación de desinformación y el crecimiento de discursos antivacunas. Strella remarcó que el fenómeno no nació con el Covid-19, pero sí se expandió en ese período por la exposición masiva a contenidos sin respaldo. Señaló que la “infodemia” y la incertidumbre facilitaron que se instalara información “basura” sin evidencia científica.
La médica defendió el rol de la ciencia durante la pandemia y detalló por qué las vacunas contra el Covid-19 llegaron en plazos inéditos, sin que eso implicara improvisación. Explicó que se trabajó con plataformas que ya existían y que permitieron adaptar desarrollos previos. Además mencionó la vacuna argentina ARVAC, como ejemplo de producción nacional dentro de ese camino científico.
Strella insistió en una distinción que suele generar confusión en la población: no todas las vacunas funcionan igual, y eso condiciona expectativas. “No estamos diciendo que esas vacunas evitan enfermar, estamos diciendo que evitan complicaciones graves”, remarcó al referirse a la antigripal, las vacunas contra Covid y la del neumococo, que buscan reducir hospitalizaciones y riesgo de muerte más que impedir por completo la infección.
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En el tramo final, la conversación se enlazó con un ejemplo de actualidad: el subtipo de influenza H3N2, que ya circula en Europa y podría llegar al país en el próximo otoño. Strella planteó que la preparación sanitaria incluye vacunarse cuando corresponde para achicar complicaciones, en especial entre personas con mayor vulnerabilidad.
Como muestra reciente fuera del contexto Covid, la infectóloga destacó la incorporación de la vacuna contra el virus sincicial respiratorio al calendario nacional, orientada a embarazadas para proteger a recién nacidos. Señaló que en apenas un año se observó una baja fuerte de internaciones por bronquiolitis en los más pequeños, gracias a la transferencia de anticuerpos durante el embarazo. “Disminuyó drásticamente la internación de los niños más pequeños”, aseguró, al presentar ese resultado como evidencia cercana y medible.
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La especialista remarcó un llamado a recomponer la confianza, comunicar con claridad y tomar decisiones informadas, con el objetivo de recuperar coberturas y sostener los avances sanitarios acumulados. En esa línea, remarcó la necesidad de que comunicadores y equipos de salud trabajen en conjunto para que la evidencia llegue de forma comprensible y útil, especialmente a familias con dudas o incertidumbre.
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