El Vaticano confirmó la beatificación de Enrique Shaw, empresario argentino y laico

El Vaticano confirmó la próxima beatificación de Enrique Ernesto Shaw, empresario y laico argentino. La decisión llegó luego de que el Papa autorizara la promulgación del decreto que reconoce el milagro atribuido a su intercesión.

El anuncio incluyó también a once mártires españoles asesinados entre 1936 y 1937. Sin embargo, Shaw quedó como el único beato que no se vincula con la Guerra Civil española.

Según informó la Santa Sede, los mártires fueron asesinados “por odio a la fe”. La documentación reunida acreditó que no ocultaron sus convicciones religiosas pese al riesgo y que aceptaron su destino sin renunciar a ellas.

En el mismo decreto, el Papa reconoció las virtudes heroicas de tres personas que ahora reciben el título de venerables. Entre ellas figuran dos religiosos italianos y un sacerdote indio fundador de una congregación médica.

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En la Argentina, la noticia despertó una profunda alegría en ámbitos empresariales y eclesiales. La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y Acción Católica Argentina celebraron el avance definitivo hacia la beatificación.

“La beatificación de Enrique Shaw ofrece al mundo el primer empresario reconocido como ejemplo de santidad”, afirmó Silvia Bulla, presidenta de ACDE, y agregó que su figura invita a humanizar la economía y dignificar el trabajo.

Desde Acción Católica Argentina, Claudia Inzaurraga destacó su compromiso cotidiano. “Vivió su fe con valentía, generó comunidad en su entorno laboral y social y sigue inspirando a ser sal y luz”, expresó.

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Shaw no fue sacerdote ni religioso, sino empresario, esposo y padre de nueve hijos. Nacido en París en 1921, concibió la empresa como una comunidad de personas y no como una estructura centrada solo en el lucro.

Ese pensamiento se reflejó en decisiones concretas dentro del mundo laboral. Fue impulsor del salario familiar en la Argentina y promovió relaciones basadas en el diálogo, la justicia y el respeto.

Su vida y su mensaje hoy adquieren una proyección mayor. Con la beatificación en camino, Enrique Shaw se consolida como un modelo de fe integrada a la vida pública y al trabajo cotidiano.