Hace más de dos mil años, el filósofo griego Sócrates advertía sobre los peligros de la escritura, argumentando que dañaría la memoria de los estudiantes. Sin embargo, en la actualidad, el debate se ha desplazado hacia la dependencia de las computadoras y la forma en que las personas escriben en ellas. A medida que comienza un nuevo año escolar, muchos estudiantes, desde primaria hasta doctorado, regresan a las aulas con una mayor dependencia de las computadoras para tomar notas y realizar trabajos. Esta transición ha generado preocupación entre algunos padres y educadores, quienes argumentan que la distracción digital está afectando la calidad de la educación.

Sin embargo, recientes investigaciones han arrojado luz sobre los beneficios de una "innovación" que precede a las computadoras: la escritura a mano. Estos estudios han demostrado que escribir en papel puede mejorar desde la retención de palabras hasta la comprensión de ideas complejas. Además, la escritura a mano fomenta la memoria motora y sensorial, lo que refuerza el material aprendido.

Un estudio de 2014 realizado por Pam Mueller y Danny Oppenheimer encontró que los estudiantes que tomaban notas a máquina registraban más palabras, pero no necesariamente comprendían mejor el material. En contraste, aquellos que escribían a mano eran más propensos a sintetizar y comprender las ideas presentadas.

A pesar de la evidencia que respalda la escritura a mano, la tendencia en la educación ha sido hacia la digitalización. Sin embargo, hay un resurgimiento en la enseñanza de la escritura a mano en varios países. Por ejemplo, en Suecia, hay un impulso hacia más escritura a mano y menos uso de dispositivos digitales. Mientras tanto, en Inglaterra, el currículo nacional ya prescribe la enseñanza de la escritura cursiva desde temprana edad.

A pesar de los beneficios evidentes de la escritura a mano, es esencial encontrar un equilibrio. La prohibición total de las laptops en las aulas, como ha ocurrido en algunos sistemas escolares de Estados Unidos, puede no ser la solución. Después de todo, vivimos en una era digital, y las habilidades de mecanografía son esenciales. Sin embargo, como señala el Dr. Oppenheimer, reducir la velocidad de escritura puede ser beneficioso para la comprensión.

Virginia Berninger, profesora emérita de psicología en la Universidad de Washington, ha sido una defensora de la escritura a mano durante mucho tiempo. Aunque reconoce los beneficios de la escritura digital, aboga por una "puesta a punto" ocasional de la escritura a mano, incluso en la edad adulta.

En conclusión, mientras la tecnología sigue avanzando, es esencial no olvidar las prácticas que han beneficiado a la humanidad durante milenios. La escritura a mano es más que un arte; es una herramienta poderosa para el aprendizaje y la comprensión. Y como señala la historia de Sócrates y Platón, es gracias a la escritura que las ideas trascienden el tiempo.