GIOVANOLI EN #LA17: "CUANDO ARRANQUÉ A JUGAR, NO HABÍA BÁSQUET"

La referente del básquet femenino de la provincia del Chubut, pasó por #LA17 en el programa "La Noche del Sur" con Paola Brossy y no sólo habló de lo deportivo, sino también de lo personal y lo social más allá del básquet.

La jugadora de 24 años que pertenece al club Ferrocarril Patagónico, destacó con respecto a sus inicios: "Empecé a jugar a los 4 o 5 años en el Club Brown, mis hermanos jugaban ahí y fui. Desde siempre, mis viejos nos incentivaron a hacer deportes pero nunca me bajaron línea de nada. Probé muchos otros y naturalmente se dio lo de jugar al básquet. Nose si el básquet me eligió ó yo lo elegí, creo que fue y es algo mutuo".

Catalina pasó por los 3 clubes locales como jugadora, Brown, Deportivo Madryn y Ferro. Fue cambiando de posición en la cancha y aún hoy, no tiene definido el lugar "juego de 4 pero me estoy preparando para ser la 3. Cuando arranqué a jugar no había básquet femenino en Brown y tenía que jugar con varones. Hoy entro a un club y veo que hay un montón de chicas jugando y es una alegría tremenda", manifestó la madrynense.

"A los 15 años me fui a vivir a Buenos Aires, terminé la escuela allá. Quería perfeccionarme y sabía que el esfuerzo había que hacerlo. Jugaba y entrenaba en el Club Unión Florida, marcó un antes y un después en mí vida".

Catalina, entre los 15 y los 18 años fue integrante de la Selección Nacional y tuvo un breve pero importante paso por Lanús.
"Vivía la vida de una mujer adulta con 16 años, fue difícil. La disciplina que adquirí en ésa época me ayudó a lograr los objetivos deportivos, pero no todo fue como en los cuentos. En un momento me di cuenta que me faltaba motivación, no sabía si quería seguir jugando, si quería trabajar, si quería estudiar, si quería hacer otra cosa. Estuve 6 meses "en una", en ése momento más allá de la terapia, me ayudó mucho mi familia, mi hermana mayor sobre todo", agregó la basquetbolista.

Desde los 15 años se considera jugadora profesional "independientemente de si cobraba un sueldo ó no, tenía que tomarme las cosas de manera profesional para lograr los objetivos. Entrenábamos de lunes a lunes, gimnasio, planilla de tiros, tácticas y estrategias. A veces extrañaba salir a bailar, pero bueno, hoy me doy cuenta que valió la pena el camino que elegí", culminó la jugadora de Ferro.

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