UN TOPE PARITARIO PODRÍA DESATAR CONFLICTOS GREMIALES

La gestión de Javier Milei definió un límite en las paritarias salariales. El tope será del 2% mensual, según confirmaron fuentes oficiales.

Desde el Gobierno afirman que no homologarán aumentos mayores. Esta medida comenzará a regir desde octubre, lo que afecta las negociaciones en curso.

Los gremios reaccionaron con preocupación ante este anuncio. Consideran que el tope salarial no refleja la situación inflacionaria que vive el país.

El último índice de inflación registrado en agosto fue del 4,2%. La estrategia oficial prioriza el control de precios sobre la actualización de salarios, según indicaron voceros.

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Luis Caputo, ministro de Economía, impulsa esta política de contención salarial. Su objetivo es reducir el impacto de la inflación en los costos empresariales.

Aunque el Gobierno asegura que las "paritarias son libres", los gremios lo desmienten. "Todos los gobiernos han puesto límites a las paritarias", afirmó un referente sindical.

El "techo paritario libertario" sigue una tradición política. Tanto el kirchnerismo como el macrismo aplicaron medidas similares en sus gestiones.

Los sindicatos ven este tope como un obstáculo para actualizar los sueldos por inflación. Las negociaciones podrían escalar en conflicto en los próximos meses.

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Varios gremios ya anticiparon su rechazo a esta medida. Delegados paritarios confirmaron que buscarán presionar por aumentos superiores al 2% mensual.

La cartera laboral, encabezada por Julio Cordero, será clave en la mediación de estos conflictos. Cordero deberá gestionar tensiones crecientes entre Gobierno y sindicatos.

Este "corset" salarial afectará a diversos sectores. La industria pesquera, con paritarias pendientes, también se verá impactada por la nueva política.

El sector privado presiona por desvincular los aumentos salariales de la inflación. Este debate será uno de los temas centrales en las próximas discusiones.

Los sindicatos más fuertes ya iniciaron reuniones con el Gobierno. Las negociaciones colectivas se complicarán a medida que se mantenga la alta inflación, indicaron fuentes sindicales.

El Gobierno insiste en que la prioridad es estabilizar la economía. Sin embargo, las tensiones con los gremios podrían derivar en fuertes movilizaciones.