LA "VIUDA NEGRA" DE GEORGIA: UNA VIDA DE CRÍMENES POR DINERO

Venera Obolashvili, conocida como "la viuda negra de Georgia", llevó una vida marcada por la estafa y el asesinato. Nacida en 1954 en la Unión Soviética, cometió sus crímenes para apoderarse de seguros de vida y propiedades.

En 1984, su primer esposo, Yuri Yurkin, murió tras caer de un tren cerca de Tbilisi. Años después, Obolashvili confesó haberlo empujado. Después de su muerte, vendió su apartamento y se benefició económicamente.

Años más tarde, en 2008, Obolashvili conoció a Anatoli Kalinka, de 52 años. Lo golpeó y lo arrojó al río Kura, donde su cuerpo fue encontrado. Su muerte fue considerada un accidente en ese momento, permitiendo que ella vendiera su apartamento y se quedara con el dinero.

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En 2009, la asesina comenzó a vivir con su tía, Maria Arzamaseva, de 79 años. Una noche, tras una discusión, Obolashvili estranguló a su tía y ocultó su cuerpo en un saco. El cadáver fue descubierto días después, pero se creyó que pertenecía a una mujer sin hogar.

A pesar de las sospechas, Obolashvili logró vender el apartamento de su tía. Las autoridades notaron movimientos sospechosos en las tarjetas de crédito de la víctima, lo que llevó a la detención de Obolashvili en diciembre de 2009.

Tras su arresto, fue acusada de fraude y asesinato. Las investigaciones posteriores revelaron las muertes sospechosas de su esposo y su novio, aunque no se encontraron pruebas suficientes para acusarla de estos crímenes.

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Durante el juicio, Obolashvili afirmó que la muerte de su tía fue un accidente, pero fue condenada a 23 años de prisión. En prisión, se dedicó a estudiar y obtener 27 certificados y maestrías.

A pesar de la gravedad de sus crímenes, en enero de 2023, Obolashvili fue liberada tras cumplir menos de la mitad de su condena.