FALTAN ACUERDOS POR LA AMPLIACIÓN DEL GASODUCTO PATAGÓNICO

La ampliación del gasoducto patagónico sufre nuevas demoras. El incremento de los costos y la falta de acuerdo financiero frenaron las obras. Esta situación afecta a miles de familias en la Patagonia.

En mayo de este año, los gobernadores de Río Negro, Neuquén y Chubut firmaron un acuerdo. Se comprometieron a avanzar en la ampliación del gasoducto. El proyecto buscaba conectar a más usuarios cordilleranos con el servicio de gas natural.

Actualmente, el gasoducto abastece a 25 localidades de las tres provincias. Sin embargo, la infraestructura está saturada desde hace tres años. Esto impide nuevas conexiones y limita el acceso al gas natural en zonas de bajas temperaturas.

Más de 12.000 hogares serían beneficiados con esta ampliación. Entre los potenciales usuarios también hay escuelas, hospitales y dependencias públicas. Pero los retrasos mantienen a la población sin acceso al recurso esencial.

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El proyecto comenzó en 2017. Se decidió incrementar la capacidad del gasoducto para abastecer a 15.000 familias más. Energía Argentina (Enarsa) importó plantas compresoras para el ducto, pero estas quedaron retenidas en aduana.

Las plantas fueron liberadas en mayo de este año. A pesar de eso, las obras no comenzaron debido a diferencias en los costos. El financiamiento se transformó en el principal obstáculo para la concreción del proyecto.

El acuerdo original establecía que las provincias compartirían los costos. Río Negro se haría cargo del 50% del financiamiento. Mientras que Chubut y Neuquén debían cubrir la otra mitad del monto estimado.

En mayo, se había calculado que cada provincia aportaría 2,1 millones de dólares. Sin embargo, una nueva cotización multiplicó el costo total de la obra. El aumento de los precios generó incertidumbre sobre cómo financiar la diferencia.

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La "mesa chica" está formada por los gobernadores y el gobierno nacional. Camuzzi, la distribuidora de gas, también participa de las negociaciones. El grupo aún no logró definir cómo cubrir los costos adicionales.

Aunque las plantas compresoras ya están en manos de Camuzzi, la falta de acuerdo detiene los avances. Se esperaba que la ampliación tomara 12 meses, pero las demoras complicaron los plazos. La obra podría extenderse hasta fines de 2025 o más allá.

El aumento de los costos es uno de los mayores problemas. El presupuesto original se quintuplicó, y no está claro quién asumirá el gasto adicional. Las provincias aún no llegaron a un acuerdo sobre cómo repartir la diferencia.

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Además de los costos, la logística también presenta desafíos. Los equipos importados estuvieron meses retenidos en la aduana de Campana. Aunque ya fueron liberados, los retrasos en la planificación siguen afectando el cronograma.

Los usuarios cordilleranos continúan sin acceso a gas natural. Las bajas temperaturas de la región hacen urgente la ampliación del gasoducto. Sin embargo, las demoras postergan la solución. Las autoridades provinciales buscan alternativas para financiar la obra. Negocian con el gobierno nacional y la empresa distribuidora. Mientras tanto, la incertidumbre sobre los plazos sigue aumentando.

La ampliación del gasoducto es clave para el desarrollo de la región. Permitiría conectar a miles de usuarios y mejorar la calidad de vida. Pero los problemas financieros y logísticos mantienen paralizado el proyecto.

Se espera que las negociaciones avancen en las próximas semanas. El tiempo sigue corriendo, y las necesidades energéticas de la región son urgentes. La ampliación del gasoducto es fundamental para garantizar el acceso al gas natural.