


Monsalvez, quien había sido reelecto como presidente de la junta vecinal en julio pasado, era reconocido por su carisma y cercanía. Su gestión estuvo marcada por proyectos que fortalecieron la identidad del barrio y fomentaron la participación ciudadana.


Durante su mandato, promovió mejoras que impactaron positivamente en el bienestar de los vecinos. Desde obras de infraestructura hasta actividades comunitarias, su liderazgo consolidó al barrio Pujol como un ejemplo de organización.
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La noticia de su fallecimiento conmocionó a quienes lo conocieron y trabajaron a su lado. "Era más que un dirigente, era un amigo del barrio", expresaron vecinos en redes sociales.
La figura de Monsalvez trasciende su rol institucional. Fue un vecino activo, siempre dispuesto a escuchar y buscar soluciones para las problemáticas del Pujol. Su legado deja una huella imborrable en la comunidad.
Las autoridades locales expresaron su pesar ante la pérdida de un dirigente clave para la ciudad. Desde el municipio destacaron su incansable labor por mejorar la calidad de vida en el barrio.
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En el ámbito vecinal, su liderazgo fue reconocido por la capacidad de unir voluntades. Monsalvez supo involucrar a jóvenes, adultos y mayores en proyectos que fomentaban el sentido de pertenencia.
El barrio Pujol no solo pierde a su presidente, sino también a un vecino comprometido. Los habitantes recuerdan con gratitud su trabajo por la comunidad y su espíritu solidario.
La junta vecinal emitió un comunicado lamentando profundamente la pérdida de su presidente. "Norberto fue un ejemplo de dedicación y compromiso. Su ausencia será difícil de llenar", expresaron.









