LAUREANO ULLOA: "NO IMPORTAN LOS RESULTADOS, LO QUE ME IMPORTA ES HACERLO CON GUSTO Y DISFRUTARLO"

La música y el arte en Cosquín se viven de una manera especial. La ciudad se convierte en un escenario vibrante, lleno de artistas que se expresan en cada rincón. Laureano Ulloa es uno de esos artistas, quien, con su guitarra y su voz, ha dejado su huella en el escenario más importante del folklore argentino.

"Hola, cariño, ¿cómo están?", saludó Laureano al equipo de #LA17, con una sonrisa de cansancio pero satisfacción. "La verdad me encuentro muy bien ahora, descansando después de una noche movida de Peña", comentó el músico, quien lleva varios días en el Festival de Cosquín.

Allí, los días son para descansar y las noches se llenan de actividad artística y cultural. La humedad y el calor se hacen intensos, pero los músicos como Laureano viven para las noches de festival. "Acá hay que vivir de noche, básicamente. Durante el día no hay nada abierto y el calor es insoportable", relató entre risas.

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La Peña del Duende Garnica es uno de los puntos de encuentro de muchos artistas durante el festival. Este año, el nombre de la peña cambió, pero se mantiene el espíritu y la propuesta. Laureano se siente como en casa en esta Peña, pues ya había subido varias veces al escenario. "Soy amigo de la casa", afirmó.

Para él, poder dejar su huella en Cosquín es un honor. "Que nos den la oportunidad de tocar es algo muy lindo", señaló. Cada vez que se presenta, busca transmitir su arte y conectar con su público.

Este año, el joven artista de Puerto Pirámides volvió a participar en el certamen Precosquín, el cual se lleva a cabo en la previa del gran festival. "El certamen no te define como artista, lo importante es sentirte a gusto con lo que haces", expresó quien logró llegar a la final de una edición anterior.

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A pesar de los nervios y la ansiedad que genera la competencia, Laureano se siente cada vez más cómodo. "Este año fue el que más disfruté. Lo sentí como mío, más seguro en el escenario", dijo sobre su experiencia. Para él, el proceso es más importante que los resultados. "Lo que más me importa es hacer lo que me gusta y disfrutarlo", agregó.

El camino hasta Cosquín no fue sencillo para Laureano. "No nos daban los números, pero gracias a Agustín de la Fuente, presidente de CAPIB, conseguimos los pasajes", comentó. Agustín, un amigo cercano de la familia, fue fundamental para que el viaje se hiciera realidad.

La ayuda de la comunidad, tanto del municipio como de familiares y amigos, fue vital. "Si no fuera por ellos, no hubiésemos llegado a Cosquín", confesó el músico, agradecido. Laureano destacó la importancia del apoyo mutuo entre artistas y organizaciones.

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La relación de Laureano con Agustín de la Fuente comenzó por un curioso encuentro. El papá de Laureano, taxista de profesión, escuchaba la música de su hijo cuando Agustín subió al taxi. "Le llamó la atención la música, y así comenzó todo", explicó el joven artista, quien se mostró agradecido por la ayuda de Agustín, quien se hizo cargo de los pasajes aéreos.

La oportunidad de tocar en Cosquín abre nuevas puertas para Laureano. "Ya no tengo que explicar qué música hago. La gente me conoce y eso es un gran paso", reflexionó. Para él, cada vez es más fácil hacer llegar su arte a diferentes públicos.

Además de tocar en las peñas, Laureano ha tenido la oportunidad de presentarse en su tierra, donde el público ya conoce su estilo. "Este año pude tocar en varias localidades cercanas sin tener que explicar qué tipo de música hago", dijo orgulloso.

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El proceso de aprendizaje continúa para Laureano, quien se siente muy agradecido por la oportunidad de presentarse en un escenario tan importante como el de Cosquín. "La música no es para competir, uno lo hace porque le gusta", comentó, dejando claro que su pasión es lo que lo mueve.

Las devoluciones de los jurados fueron, en su mayoría, positivas. "Me dijeron que lo que hice fue muy bueno, pero más allá de eso, lo importante es lo que yo siento", expresó. Laureano subraya que las críticas no lo afectan, ya que lo que más valora es el placer de tocar para el público.

"A veces no todo es perfecto, pero eso no me impide seguir buscando mejorar", añadió. Para Laureano, cada experiencia es una oportunidad para crecer y para seguir aprendiendo.

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De cara al futuro, el artista no pone límites. "El año que viene, con las experiencias de este año, espero mejorar y seguir disfrutando de lo que hago", afirmó. Con mucha humildad, Laureano se prepara para lo que vendrá.

En la próxima oportunidad, espera seguir creciendo como artista. "El próximo año, si se da la oportunidad, volveré con más fuerza y más seguro de lo que hago", concluyó.

Laureano Ulloa tiene claro que su camino en la música es lento, pero firme. A medida que crece su nombre, también crece su conexión con la gente. "Lo que más quiero es que mi música llegue a muchos lugares", dijo con una sonrisa.