EL FUEGO LE ARRASÓ LA CASA MIENTRAS INTENTABA SALVAR OTRAS

Un brigadista de El Bolsón trabajaba en un incendio cuando recibió la peor noticia. Su hogar había sido consumido por las llamas que asolan la zona.

Actualidad04/02/2025Sergio BustosSergio Bustos
casa brigadista
La casa del brigadista fue destruida.

Hugo Eduardo Carcacha y María José Toledo son brigadistas desde hace 18 años. Su vocación es proteger el bosque y mitigar incendios en la región. Han dedicado su vida a combatir el fuego, pero esta vez el destino les jugó una mala pasada. Mientras Hugo trabajaba incansablemente apagando un foco en Cerro Currumahuida, recibió una llamada devastadora. Su casa estaba en peligro. Desde su hogar en Cajón del Azul, ya se veía una columna de humo amenazante. La situación se agravaba con el viento, que avivaba el fuego y lo esparcía sin control.

"Cuando llegué, el viento era muy fuerte, caían pavesas", dijo Hugo. Sabía que la situación era crítica. Sin dudarlo, junto a su esposa e hija, cargaron a sus mascotas y lograron sacar algunas pertenencias antes de evacuar. A pesar de los esfuerzos de los brigadistas, el fuego cruzó la ruta y arrasó con todo a su paso. El viento y la sequía dificultaron el control de las llamas, que avanzaban con rapidez y sin tregua. La desesperación se apoderó de Hugo y su familia mientras observaban impotentes cómo su hogar desaparecía entre las llamas.

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Horas después, Hugo pudo regresar y enfrentar la devastación. "Encontré todo arrasado: la casa, mi tallercito, el tanque de agua", relató con tristeza. No quedaba nada en pie. Con 64 años, Hugo estaba a punto de jubilarse y comenzar nuevos proyectos. Había armado un taller de alfarería con mucho esfuerzo y dedicación, invirtiendo cada peso en herramientas y materiales para hacer de su pasión un sustento. Ahora todo estaba reducido a cenizas. "No quedó nada", lamentó con resignación.

Mucha gente del lugar también perdió sus fuentes de trabajo. Los incendios en la región han dejado a muchas familias sin hogar ni sustento. Hugo, sin embargo, elige enfocarse en la solidaridad que ha recibido en estos días. "Gracias a mis compañeros, amigos y desconocidos que nos ayudan", expresó con gratitud. La comunidad se ha movilizado para apoyarlos en este momento tan difícil. Desde alimentos y ropa hasta ayuda para encontrar un nuevo hogar, la solidaridad no se hizo esperar. Pero aún falta mucho por hacer para recuperarse de semejante tragedia.

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Los brigadistas como Hugo arriesgan sus vidas para proteger a otros, pero muchas veces son ellos quienes quedan desamparados en estas situaciones. El fuego no distingue entre bosques, casas o sueños de toda una vida. Hoy, Hugo y su familia buscan un alquiler en El Bolsón donde puedan empezar de nuevo junto a sus mascotas. La solidaridad es fundamental para quienes lo han perdido todo.

Si tenés algún dato sobre un alquiler disponible, podés comunicarte con la comunidad local. Los incendios forestales afectan a cientos de personas cada año y la prevención es clave para evitar estas tragedias. Sin embargo, cuando el fuego ya ha hecho estragos, la contención y la ayuda a los damnificados es imprescindible. Hoy, Hugo necesita de la comunidad para salir adelante.

   

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