UN ARGENTINO MURIÓ EN HAWÁI TRAS SALTAR DE UN ACANTILADO

Un joven argentino murió en Hawái luego de saltar desde un acantilado al mar. Sus amigos intentaron encontrarlo sin éxito, y los rescatistas lo hallaron minutos más tarde.

Bourdieu trabajaba como docente en un colegio de Olivos. También jugaba al rugby en el San Isidro Club (SIC), donde colaboraba como preparador físico en las divisiones juveniles. Su pasión por el deporte lo había convertido en una figura querida dentro de la comunidad del rugby.

El accidente ocurrió cuando el joven decidió saltar al agua desde una de las formaciones rocosas de la isla. Sus amigos advirtieron que no emergía a la superficie y comenzaron a buscarlo con desesperación. Ante la emergencia, llamaron a los equipos de rescate locales.

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El Departamento de Seguridad Oceánica de Honolulu desplegó un operativo con motos de agua. Los rescatistas encontraron a Bourdieu sumergido varios minutos después. A pesar de los esfuerzos por reanimarlo, llegó al hospital en estado crítico y falleció poco después.

Las autoridades locales recordaron que la zona del Spitting Cave es peligrosa. Las corrientes marinas en esa área pueden arrastrar a los nadadores y dificultar su regreso a la superficie. Los rescatistas suelen intervenir en numerosos incidentes similares.

La noticia causó conmoción en el ambiente del rugby argentino. El San Isidro Club (SIC) expresó su dolor por la pérdida y envió un mensaje de apoyo a la familia. "Se lo va a extrañar", escribió la institución en sus redes sociales.

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La Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) también manifestó su pesar. "Acompañamos a su familia, a sus amigos y al club en este momento de tristeza", expresó el Consejo Directivo. Diferentes clubes y colegas se sumaron a las condolencias.

Las autoridades de Hawái advierten constantemente sobre los peligros de saltar desde acantilados en zonas con fuertes corrientes. La falta de precaución en estos lugares puede generar tragedias irreparables.

La comunidad del rugby y sus allegados despiden a Santiago con profundo dolor. Familiares y amigos lo recuerdan como una persona comprometida y apasionada por la enseñanza y el deporte. Su fallecimiento deja una marca imborrable en quienes lo conocieron.