


Un comienzo de mes, pero hace 20 años, el fútbol mundial fue testigo del comienzo de una de las carreras más extraordinarias de todos los tiempos. El 1 de mayo de 2005, un joven Lionel Messi, con apenas 18 años y el apodo de “La Pulga”, convirtió su primer gol como profesional en el triunfo del Barcelona por 2 a 0 ante Albacete, por la Liga Española.
El gol, grabado en la memoria de los fanáticos blaugranas, llegó tras una asistencia del brasileño Ronaldinho, su primer gran socio y mentor en la elite del fútbol europeo. Luego de una pared perfecta, Messi definió de emboquillada por encima del arquero, mostrando ya desde sus primeros minutos una calidad técnica que deslumbraría al mundo.
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Ese tanto fue apenas el inicio. Lo que vino después transformó a Lionel Messi en el máximo goleador de la historia del Barcelona, con 672 goles en 778 partidos, además de ser el jugador con más presencias en el club catalán. Su camino en el Barça marcó una era y lo proyectó como símbolo de excelencia, lealtad y talento inigualable.
Veinte años después, el niño rosarino que debutó con el dorsal 30 es el capitán de la Selección argentina, campeón del mundo, ganador de siete Balones de Oro y referente absoluto de varias generaciones. Pero todo empezó con ese primer gol en el Camp Nou, bajo la sonrisa de Ronaldinho y la ovación de un público que todavía no sabía que estaba viendo al mejor.
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Aquel día no fue simplemente un gol. Fue el comienzo de una leyenda del deporte, un momento que transformó la historia del fútbol y el destino de un chico que ya hacía magia entre adultos. Dos décadas más tarde, Lionel Messi sigue sumando páginas doradas a su legado.
Fuente: NA, Olé







