


Pablo Guiñazú dejó de ser el entrenador de Talleres. Lo anunció tras perder el clásico contra Instituto. Fue el golpe final para un ciclo corto y frustrante.


Talleres ganaba 1-0 y jugaba con un hombre más. Sin embargo, Instituto lo dio vuelta y lo eliminó. La caída dejó al equipo sin respuestas.
"Doy un paso al costado porque no pude ayudar", dijo Guiñazú. El Cholo habló con tristeza en conferencia. No confirmó problemas internos, pero dejó entrever tensiones.
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El ciclo duró apenas siete partidos. Talleres consiguió una sola victoria en ese lapso. Perdió cinco y empató uno.
Los hinchas descargaron su bronca contra el plantel. El clima en el Mario Kempes fue tenso. Los insultos fueron constantes y punzantes.
"La gente tiene derecho a expresarse", afirmó Guiñazú. El DT entendió el malestar popular. Aseguró que el dolor es compartido.
La dirigencia no comunicó quién tomará el mando. Buscan evitar decisiones apresuradas. El club está en estado de emergencia deportiva.
Talleres terminó 12º en su zona. Solo quedó por encima de dos equipos. Si se dan algunos resultados, puede caer aún más.
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El semestre fue un retroceso para el club. No logró objetivos deportivos ni estabilidad institucional. Las señales preocupan.
El plantel queda golpeado y sin rumbo. Necesita un nuevo conductor con urgencia. La reconstrucción parece larga y compleja.
Instituto venció a Talleres 2-1 en la fecha 16 de la Liga Profesional.
Los goles de Instituto fueron anotados por Alex Luna y Damián Puebla, mientras que Matías Galarza abrió el marcador para Talleres. La Gloria lo dio vuelta y avanzó a los octavos de final del Torneo Apertura.







