


Este miércoles comenzó el Cónclave en el Vaticano, con la participación de 133 cardenales menores de 80 años. La grey católica de todo el mundo estará pendiente del humo blanco que saldrá de la Capilla Sixtina. Allí se confirmará si ya hay sucesor para el fallecido Papa Francisco.


La elección se realiza después de los nueve días de luto por la muerte del pontífice argentino. El nuevo Papa debe ser anunciado antes del lunes 12 de mayo, según el calendario previsto por la Santa Sede. El tradicional “Habemus papam” lo proclamará el cardenal protodiácono Dominique Mamberti.
A las 10 de la mañana (hora de Roma) se celebró la misa “Pro Eligiendo Pontífice” como acto de apertura. Más tarde, desde las 16.30 (Roma), comenzará el encierro de los cardenales en la Capilla Sixtina. A partir de entonces, la Iglesia quedará a la espera de la señal del humo que confirmará la elección.
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“Negro si no hubo acuerdo, blanco si el mundo católico ya tiene Papa”, repiten en la plaza de San Pedro. En cada ronda, se necesitará mayoría calificada para que la votación sea válida. Los cardenales solo podrán salir del recinto cuando logren consensuar un nombre.
Dos de los 135 cardenales electores no viajaron por razones de salud, informó el Vaticano. Todos los presentes ya fueron alojados en la Casa Santa Marta y la antigua Santa Marta. Desde allí, podrán caminar hacia la Capilla Sixtina por un trayecto protegido.
Durante esta semana se realizaron congregaciones generales para discutir perfiles y criterios de elección. El lunes se duplicaron las reuniones y hubo intentos por avanzar en acuerdos. Mientras tanto, el Vaticano blindó accesos, desactivó cámaras y ordenó absoluto secreto.
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El proceso es reservado y cada integrante debió jurar confidencialidad absoluta. No se permite ingreso de personal no autorizado y todas las comunicaciones están restringidas. La Santa Sede ratificó que no habrá anuncios hasta que se cumplan todos los pasos formales.
Los cardenales pueden trasladarse libremente dentro del perímetro asignado. Se les permite caminar, pero no salir del sector hasta que finalice la elección. La expectativa crece día a día, mientras los fieles esperan una señal desde el cielo vaticano.
El humo blanco podrá verse desde toda la Plaza San Pedro, donde ya hay fieles apostados. La última vez que se vivió esta escena fue en 2013, cuando fue elegido Jorge Bergoglio como el Papa Francisco. Ahora, la historia vuelve a escribirse en el mismo lugar.
Fuente: NA.









