El fútbol doméstico volvió a mancharse.
El fútbol volvió a ser noticia por la violencia. Esta vez ocurrió en Rawson, en el estadio El Fortín. El hecho se produjo tras el partido entre Germinal y Guillermo Brown.
El encuentro terminó con victoria 4 a 2 para Germinal. No hubo incidentes durante el juego. Todo cambió una vez que los visitantes intentaron salir del estadio.
La salida fue un caos total. Los allegados de Brown debieron cruzar por donde estaba la hinchada local. Allí comenzaron los insultos y los empujones.
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Desde ese momento se desató una batalla campal. Hubo corridas, piedrazos y sillazos en las inmediaciones del estadio. "Los jugadores tuvieron que proteger a sus familias", contaron testigos.
Dos futbolistas de Brown resultaron heridos. Uno terminó hospitalizado por los golpes. También fue alcanzada por un objeto la hermana de un jugador.
La policía intervino, pero tarde. Los incidentes ya se habían propagado por la zona. No hubo detenidos en el lugar.
El fútbol doméstico volvió a mancharse. La violencia sigue ganando espacio en las canchas del interior. Los clubes no logran frenar estos episodios.
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El estadio El Fortín quedó bajo la lupa. La organización del evento fue deficiente. No se garantizó la seguridad mínima para los visitantes.
Vecinos de Rawson repudiaron lo ocurrido. Pidieron medidas urgentes para evitar nuevas agresiones. "Esto no puede pasar más", expresó un comerciante de la zona.
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