Caputo al sector privado: “El modelo de salarios miserables se terminó”

Luis Caputo marcó un nuevo tono en su relación con el sector empresario durante el 11° Latam Economic Forum. Frente a un auditorio colmado de ejecutivos, economistas y representantes del sector financiero, el ministro dejó en claro su diagnóstico y sus prioridades.

“El modelo de pagar salarios miserables, el tipo de cambio altísimo y las industrias protegidas se terminó”, aseguró con contundencia. El ministro no dudó en diferenciarse del pasado y trazó una línea con las políticas económicas de los últimos años.

Caputo criticó con firmeza el esquema que se basaba en salarios bajos como ancla competitiva. Rechazó esa lógica y propuso una economía que crezca desde la eficiencia y no desde el empobrecimiento generalizado.

“No buscamos ganar competitividad empobreciendo a la gente”, señaló el ministro. Sostuvo que esa forma de crecimiento destruye el tejido social y desalienta la inversión genuina en productividad.

El titular del Palacio de Hacienda reclamó con énfasis al empresariado que asuma un rol protagónico. Pidió dejar atrás la pasividad y el “esperar señales” para comenzar a invertir en serio en el país.

“Esta competitividad la vamos a lograr con el esfuerzo de todos”, expresó Caputo. Remarcó que el Estado seguirá ajustando el gasto, pero que el sector privado debe responder con inversiones reales y compromiso con el país.

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En su exposición, Caputo prometió continuar con la desregulación y la apertura a la competencia. Aseguró que no habrá marcha atrás en la orientación de la política económica actual.

“Seguiremos ajustando el gasto público”, repitió varias veces. Pero aclaró que el margen desde el Tesoro Nacional ya es muy limitado, y que ahora les toca a las provincias y municipios hacer su parte.

El ministro informó que el ajuste fiscal de este año alcanza los siete puntos del Producto Bruto Interno. Consideró que ese nivel de recorte representa un esfuerzo sin precedentes en la historia reciente.

Frente a esa realidad, Caputo apuntó directamente contra los gobiernos subnacionales. Sostuvo que la presión tributaria debe reducirse y que eso no puede recaer solamente en el gobierno nacional.

Pidió que las provincias y municipios también reduzcan impuestos. Señaló que muchas jurisdicciones mantienen cargas distorsivas que frenan la inversión y afectan la competitividad.

En cuanto al tipo de cambio, Caputo lo vinculó directamente con la salud de la economía. “El tipo de cambio es la contracara de cómo está la situación económica”, indicó con tono didáctico.

Afirmó que no usará el dólar como variable de ajuste. “Ya no se va a competir con salarios bajos ni con atraso cambiario”, afirmó con énfasis.

El ministro aseguró que la economía se encuentra en una etapa más sana. Según explicó, eso permite proyectar a largo plazo, algo que antes era impensable.

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“Estamos en una economía sana, que permite crecer y proyectar en el largo plazo”, dijo. Este mensaje buscó calmar a los mercados y alentar la planificación empresarial.

Uno de los ejes de su discurso fue la necesidad de remonetizar la economía. Caputo señaló que Argentina se encuentra en niveles históricamente bajos de monetización.

“Estamos en menos de la mitad de lo que fue la Argentina”, explicó. Esta situación, según el ministro, impide una circulación fluida de dinero y frena el consumo y la inversión.

En ese marco, planteó un objetivo inusual: promover la monetización en dólares. Habló de los US$ 200.000 millones que circulan por fuera del sistema financiero.

“Hay 200.000 millones en los colchones”, graficó Caputo. Dijo que ese capital debe regresar a la economía formal para sostener el crecimiento.

El ministro ve en esos fondos un recurso disponible. Cree que ese dinero puede reactivar la economía sin generar inflación ni tomar deuda.

“Eso va a ayudar a la economía a sostener el nivel de crecimiento o elevarlo”, aseguró. Este argumento fue central en su explicación de cómo seguirá el rumbo económico.

Insistió con un concepto clave: macroeconomía ordenada. Según Caputo, sin orden no hay inversión posible y sin inversión no hay crecimiento real.

“Seguiremos en un contexto macroeconómico ordenado”, prometió. Afirmó que eso le dará al sector privado la posibilidad de liderar la etapa de crecimiento.

Caputo reiteró que el sector privado debe ser el protagonista. Marcó el fin del modelo de Estado omnipresente que regula, subsidia y dirige toda la economía.

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“El protagonista de esta historia es el sector privado”, señaló. Esa frase funcionó como lema de su intervención en el foro.

También prometió una futura baja de impuestos. Pero aclaró que esa reducción solo será posible si se consolida el crecimiento económico.

“La baja de impuestos se logrará consolidando este nivel de crecimiento o más”, explicó. Volvió a vincular las metas fiscales con el éxito del modelo de eficiencia.

La exposición no incluyó nuevas medidas. Pero funcionó como reafirmación de un rumbo y como mensaje directo al empresariado.

Caputo cerró con una consigna clara. “Queremos una economía más eficiente, no más protegida ni más subsidiada.”

El ministro se mostró confiado. Y desafió al sector privado a dejar la queja y asumir el liderazgo del desarrollo económico.