


El Torneo Apertura sumó este domingo una joya que ya se perfila como el gol del año: Joaquín Montiel rompió el cero en Avellaneda con una chilena desde afuera del área que dejó sin reacción al arquero rival y desató la locura en el Libertadores de América.


El encuentro entre Independiente e Independiente Rivadavia de Mendoza, correspondiente a los octavos de final, se presentaba parejo y con momentos de intensidad repartida. Pero fue en el segundo tiempo cuando el Rojo apretó el acelerador y, tras varias llegadas frustradas, consiguió romper la paridad con una acción memorable.
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Corrían 57 minutos cuando, tras un tiro de esquina mal despejado por la defensa mendocina, Montiel se acomodó de espaldas al arco y conectó una chilena perfecta. El disparo viajó con fuerza y precisión, superando al arquero Centurión —figura hasta ese momento— que solo pudo mirar cómo la pelota se clavaba en el ángulo.
El gol, una verdadera obra de arte, fue celebrado con euforia por los jugadores y la hinchada local. No solo significó el 1-0 que encarriló el pase a cuartos de final, sino que rápidamente se convirtió en tendencia por su espectacularidad y su ejecución técnica impecable.
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En un partido con ritmo cambiante y oportunidades para ambos equipos, la aparición de Montiel rompió el molde. Hasta ese momento, el arquero de la Lepra mendocina había sostenido el empate con intervenciones clave ante remates de Angulo y Giménez.
El tanto de Montiel ya circula en todas las plataformas como firme candidato a gol del año en el fútbol argentino. La jugada, por su rareza, dificultad y belleza, quedará grabada en la memoria de los hinchas y será difícil de superar en lo que resta del torneo.











