Aranceles universitarios: “Payasesco, impulsan una ley para un solo estudiante”

Política12/05/2025Sergio BustosSergio Bustos
José Luis Berros
José Luis Berros.

El proyecto que propone cobrar aranceles a estudiantes extranjeros en Río Negro solo afecta a una persona. La oposición denuncia un intento burdo de desviar el foco de la crisis educativa.

Una sola persona. Ese es el número de estudiantes extranjeros que el Ministerio de Educación de Río Negro reconoce bajo las condiciones que prevé el proyecto oficialista. Una ley para uno.

El proyecto lo presentaron Lucas Pica y Facundo López. Ambos integran el bloque de Juntos Somos Río Negro. Propusieron cobrar aranceles a estudiantes extranjeros con residencia transitoria o precaria.

La respuesta oficial no dejó dudas. El pedido de informes presentado por José Luis Berros reveló el dato. Solo un estudiante cumple con esos criterios. Una ley sin impacto real.

“Lo dijimos desde el primer día”, sostuvo Berros. “Este proyecto es un intento burdo de desviar la atención”, agregó. Denunció que el gobierno evita hablar de la verdadera crisis educativa.

Berros pertenece al bloque Vamos con Todos. Señaló que no existe impacto financiero. Que no hay cambios administrativos. Que solo hay marketing político. “Es humo verde”, resumió.

La educación pública atraviesa un colapso estructural. Las escuelas no tienen gas. Los comedores escolares entregan frutas en mal estado. Los edificios están deteriorados. Y el gobierno legisla para un solo estudiante.

Berros comparó prioridades. Dijo que no hay calefacción, pero hay tiempo para castigar a un extranjero. Que no se resuelven las emergencias, pero sí se promueve exclusión. Las prioridades están al revés.

El proyecto se enmarca en una política nacional. El legislador apuntó contra Weretilneck. Lo acusó de replicar la lógica de Milei. Dijo que el ajuste se aplica en silencio. Y que la educación se convierte en mercancía.


OTRAS NOTICIAS

Macron Tren sorprendido viral Foto RTMacron sorprendido en un tren: el video y la polémica generada

“Lo que antes era un derecho, ahora es un negocio”, advirtió. “Quieren que el Estado deje de garantizar derechos básicos”, explicó. Denunció el avance de un modelo de exclusión.

La cifra reveló el sinsentido. Solo un estudiante se encuentra en la categoría que el proyecto busca regular. El mismo ministerio lo confirmó. Una ley diseñada para una persona.

Berros ironizó con el anuncio. Dijo que el oficialismo celebró la propuesta con bombos. Que gastaron más papel en imprimirla que lo que podrían recaudar. “Es payasesco”, lanzó.

La crítica también apuntó al abandono estructural. La provincia no arregla escuelas. No garantiza clases. No asiste a los barrios. Pero redacta leyes para públicos inexistentes. Un desvío de foco escandaloso.

“Quieren hacerle creer a la gente que el problema son los extranjeros”, afirmó. Dijo que se estigmatiza sin datos. Que se crea un enemigo ficticio. Que se apela al prejuicio para tapar el ajuste.

El proyecto se inscribe en una lógica regresiva. Una estrategia discursiva que busca enemigos. Que distrae con debates artificiales. Que apela a la xenofobia como herramienta política. Nada resuelve. Todo divide.

Berros pidió discutir lo importante. Exigió respuestas sobre la falta de gas. Sobre los comedores sin alimentos. Sobre las aulas que se caen. No sobre estudiantes fantasmas.

El relato oficial se debilita. Los números no acompañan. La realidad lo desmiente. Las familias lo sienten. La educación no mejora con leyes sin sentido.

El bloque opositor pidió un giro en la política educativa. Propuso más presupuesto. Más inversión. Más planificación. Más escucha. No más excusas.


OTRAS NOTICIAS

Javier Milei y Manuel AdorniAdorni aseguró que “el modelo Milei se va instalando en todo el país”

La educación en Río Negro se encuentra en emergencia. Las clases no empiezan. Los edificios no se mantienen. Los docentes no son escuchados. Y el Estado mira para otro lado.

La estrategia comunicacional quedó al descubierto. Un anuncio ruidoso. Una cifra irrisoria. Una respuesta oficial demoledora. Una ley que nació sin sustancia.

La oposición pidió responsabilidad. Dijo que no se puede jugar con la educación. Que el marketing no reemplaza la gestión. Que la improvisación destruye el sistema. Y que el desprecio se nota.

Las familias reclaman respuestas. Quieren clases. Quieren calefacción. Quieren condiciones dignas. No leyes decorativas. No enemigos imaginarios. No políticas sin impacto.

El único estudiante alcanzado por la medida no tiene nombre. No tiene rostro público. No tiene peso estadístico. Pero justifica páginas, conferencias, debates. Una ficción legislativa.

El gobierno insiste en mostrarse activo. Promueve normas sin sustento. Anuncia medidas simbólicas. Oculta los problemas. Niega el colapso. Pero la gente lo sabe.

Los gremios también respondieron. Advirtieron que no se puede legislar con desprecio. Que la estigmatización daña. Que el mensaje político afecta a toda la comunidad. Y que la educación se defiende con hechos.

Berros cerró con una frase tajante. “La educación se defiende con más presupuesto. No con humo verde”. Volvió a pedir soluciones reales. No gestos vacíos.

El debate recién empieza. Pero ya dejó en claro sus fundamentos. Un estudiante. Una ley. Un escándalo político. Y una provincia sin respuestas.

Te puede interesar

Suscribite al newsletter de #LA17