


Con la apertura del Banco Municipal de Medicamentos, la ciudad de Puerto Madryn incorpora una nueva herramienta sanitaria de carácter solidario. El subsecretario de Atención Primaria de la Salud, Roberto Neme, confirmó su funcionamiento y destacó la importancia de contar con una instancia que permita responder con agilidad a situaciones urgentes.


“La salud perdida no es una salud que uno puede recuperar después”, advirtió Neme, al explicar el sentido profundo de esta política pública. El banco funciona junto al centro comunitario del barrio José Podestá y comenzó a operar con un flujo creciente de medicamentos donados por vecinos que se acercan de manera espontánea.
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La iniciativa busca complementar la labor del hospital y de los centros de atención primaria, no sustituirlos. El objetivo es reforzar la red pública de salud con una herramienta que permita evitar interrupciones en tratamientos médicos ya iniciados, sobre todo en contextos donde el acceso al medicamento se ve demorado o comprometido.
“Nos gustaría que no haya faltantes, pero esta es la realidad”, reconoció el funcionario, quien remarcó que el banco no financia tratamientos, sino que organiza y distribuye, de forma legal y técnica, la medicación disponible.
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El trabajo se realiza en coordinación directa con la farmacia del hospital Andrés Ísola, con la participación de médicos tratantes que evalúan los casos. La Secretaría municipal se encarga de la clasificación, el control y la entrega, respetando criterios de seguridad y trazabilidad.
“No inventamos nada, solo formalizamos lo que ya ocurría”, explicó Neme, al señalar que el municipio ya intervenía en casos excepcionales de urgencia, pero ahora lo hace desde un espacio estructurado, visible y transparente.
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Aunque la propuesta fue bien recibida por muchos sectores, también generó inquietudes en el Colegio Farmacéutico. Neme aseguró que el municipio está abierto al diálogo y dispuesto a ajustar lo que sea necesario para garantizar el funcionamiento adecuado. “Entendemos su rol y vamos a conversar”, afirmó.
El Banco Municipal de Medicamentos se suma al Banco Municipal de Alimentos, con el que comparte su lógica solidaria. Ambos programas están pensados como dispositivos de apoyo en momentos críticos, con la participación activa de la comunidad y el respaldo del Estado local.









