Tamara Silva
A dos años del femicidio de Tamara Silva, el barrio Alta Tensión volvió a reunirse para recordarla con alegría y emoción. La jornada conmemorativa se realizó el sábado a las 15, con la participación activa de familiares, amigos, vecinos y artistas locales. La propuesta fue pensada como un espacio de encuentro, memoria y celebración de la vida.
El homenaje se desarrolló en forma de ronda de mates, con momentos de afecto, poesía y música. Cecilia Nieto, voluntaria de la Asociación Civil Conciencia Colectiva, abrió el encuentro leyendo un poema de Mario Benedetti. “Fue un momento que nos conectó con la sensibilidad de Tamara y con nuestras propias emociones”, comentaron desde la organización.
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El grupo de percusión Alta Percu, dirigido por el profesor Axel Sánchez, llenó la tarde de ritmo. Las intervenciones musicales fueron pensadas como un canal expresivo que uniera a los presentes desde la energía colectiva. El profesor Gabi Silva también compartió su música con la comunidad, generando un ambiente íntimo y cálido.
La jornada se completó con un show musical a cargo de Damián y Julián, quienes interpretaron canciones en homenaje a Tamara. “Queríamos recordarla con alegría, como ella era, con arte y con la gente que la quiso”, explicaron sus allegados. La música, lejos de cerrar la herida, la resignificó desde el amor compartido.
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El homenaje fue organizado por familiares y amistades, con apoyo de voluntarios comprometidos con la memoria activa. Cada intervención buscó honrar la vida de Tamara, su personalidad luminosa y la huella que dejó en quienes la conocieron. “No queremos que su nombre quede en el silencio, sino que siga siendo parte de nuestra historia viva”, señalaron.
Vecinos del barrio Alta Tensión acompañaron en gran número, reconociendo la importancia de seguir construyendo redes de contención. La ronda fue también un acto de comunidad, de resistencia al olvido y de compromiso con la lucha contra las violencias. La presencia colectiva le dio sentido al encuentro.
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Durante la tarde se compartieron fotos, recuerdos y anécdotas de Tamara, en un gesto de afecto sincero. La propuesta no sólo miró al pasado, sino que propuso un presente con memoria y un futuro con conciencia. “Tamara nos une y nos enseña a no rendirnos frente a la indiferencia”, concluyó una de las asistentes.
El arte fue el lenguaje elegido para transformar el dolor en acción colectiva. A dos años de su femicidio, Tamara Silva fue recordada como una joven querida, alegre y profundamente presente.
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